martes, 28 de diciembre de 2010

MÉXICO

IR DE RIDE

Ir de ride (o “hacer dedo”) es toda una ciencia. Uno tiende a creer que se trata de un mero viaje gratis (llevar a una, dos o cinco personas sin costo alguno de un lugar a otro). FALSO. El ride implica un intercambio, conlleva implícitamente un viaje a cambio de algo invaluable… entretener al conductor. Uno está en la obligación, como copiloto designado, de asentir, afirmar, reconfirmar y alentar al conductor. Más si uno es extranjero. De esta forma se dan conversaciones del tipo:
-“Oye, y la economía argentina no está muy bien, ¿ no?” –“No, no. Hubo mejoras después de la crisis pero ningún cambio radical.”
-“Y… Argentina es insegura, ¿verdad?”
-“Sí, sí. Muchísimo. Principalmente la periferia de Bs. As.” Y así sucesivamente. Las mismas conversaciones se repiten auto tras auto y todas portan un común denominador: nunca contradecir al conductor. Porque, ¿cómo paga uno el viaje? Reafirmándole al que conduce sus percepciones sobre el mundo (he llegado a decir “sí, los jóvenes se drogan cada vez más. Es una vergüenza”) y haciéndole sentir que Argentina nunca estuvo ni estará mejor que su bien querido México.

LOS HONGOS ALUCINÓGENOS

Chiquititos. Con gusto a nada. Llenos de tierra y en un frasco de plástico, son parte del merchandising que San José del Pacífico tiene para el turista. Los hongos crecen en la región. Bosque, montaña y nubes bajas a partir de las cuatro de la tarde crean un espacio único para consumir cualquier cosa. Es por eso que, aunque no sean autóctonos, en San José se puede comprar también hush, hachís, marihuana morada, opio y demás. Porque uno va a la sierra a eso. A comprar viajes.
Afortunadamente, el contexto natural nos evita la necesidad de cualquier chamán y la experiencia se vuelve mística por sí sola. Te comés tres honguitos, te metés en el bosque y según tus ganas y estado de ánimo, te convertís en puma, charlás con Jim Morrison o, en mi caso, le hablás al fuego mientras sentís que estás escribiendo la historia de la humanidad… A la mañana siguiente te encontrás con cenizas y un montón de garabatos sin sentido en un cuaderno, obviamente, pero la sensación única de haberte elevado no te la quita nadie.

LA DOBLE MORAL

El mexicano se persigna antes de asaltar un supermercado; aboga por una relación “free”, pero se retuerce al escucharte hablar con alguien más; te quiere como novia, pero se acuesta con otra; la adora como a ninguna, pero se acuesta con vos; es un padre orgulloso y flamante esposo, pero cuando la familia está lejos invita a la vecina a altas horas de la noche a hacer uso del baño... El mexicano lo quiere… TODO. Y lo cree… TODO. Puede estar bien con Dios, el diablo, la virgen de Guadalupe, los zapatistas, el gobierno de turno y el universo. Imagino que es cultural. Yo creo que es quizás una incapacidad de sentir a fondo, en profundidad. Cuando la fé, el dolor, el miedo o la pasión te calan los huesos, no se puede sentir lo mismo por todo, porque no hay cuerpo que aguante. El mexicano siente a un nivel intermedio, es por eso que sus emociones oscilan continuamente y puede decir una cosa y hacer otra.
Yo, a mis mexicanos, los quiero a todos. De la misma forma en que ellos me quieren a mí…

LA MUERTE

La muerte en México es una fiesta. El 2 de Noviembre se celebra el día de muertos. Todos construyen un altar con ofrendas, fotos y colores y por la noche… fiesta…
El occidental no puede evitar sentir un shock al ver a todo el mundo peregrinando al cementerio tras haber tomado, cantado y bailado hasta altas horas de la madrugada.
Parece que el mexicano supo darse cuenta de que, cuando alguien se va, no hay mejor manera de recordarlo que festejando y celebrando en su memoria por la poca vida que nos queda al resto…

EL PICANTE

En México todo tiene picante. La hamburguesa, el pancho, la carne, el pollo, los tacos, los chupetines, el choclo que te comprás en la calle… Todo tiene picante. Hay chiles de todos los colores, tamaños y potencia, para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Hay salsas envasadas y caseras. Las hay en polvo y combinadas. Toda la gastronomía mexicana se complota para armarle una fiesta a tu colon. Al principio no tolerás nada. Poco a poco el paladar se acostumbra y pide más… cuando te querés dar cuenta estás convaleciente frente al urinal soportando, lo que te autoconvencés, serán los últimos minutos de dolor… Sin embargo, siempre al próximo taco le agregás una cucharadita de salsa roja… y, por qué no, de la verde también…

LOS ARGENTINOS EN MÉXICO

Los argentinos que llegan a México se distribuyen de forma diferente de acuerdo a su nivel socioeconómico y estatus social. Así, la zona del Caribe se ve en gran parte poblada por porteños, chetos de zona norte y chicos bien de Córdoba. Mientras que en el sur, en Chiapas y Oaxaca, prolifera el argentino de provincia, también conocido como “hippie” (productor masivo de macramé. Según Ana, ya es hora de que aprendamos a hacer otra cosa…).
Nuestra fama nos precede y yo creo que hemos invertido años y un gran esfuerzo en lograr que el mexicano nos deteste.
México es el primer país en el que me avergüenzo de decir de dónde soy. Soberbio, pedante y engreído, el argentino llega a México con la certeza de que está haciéndole un favor al país.
a las dos semanas de residir incorpora “güey”, “no mames”, “órale” y “chinga tu madre” como exactos equivalentes de “boludo”, “no jodas”, “joya” y “andate a cagar” sin percatarse de que el registro no es el mismo y el mexicano tiene un trato cotidiano más formal.
No lo sabe, no le interesa aprenderlo tampoco.
El argentino entiende México mejor que el mexicano. Baja del avión y se escandaliza de no encontrar pan, buenos cortes para el asado y dulce de leche. Aspira a que todo el cosmos y el universo se encarguen de propiciarle un espacio ameno a su llegada y le recreen su bien amado país… en la otra punta del mapa. La montaña tiene que ir a Mahoma, obvio.
Así somos, sencillitos y carismáticos…

viernes, 3 de diciembre de 2010

Las vueltas de la vida...

Si tuviera que describir un viaje en términos de otra palabra, y si tuviera que elegir sólo una, creo que sería aprendizaje.
Embarcarse solo en una aventura de este tipo, ir en contra de la corriente y verse en medio de un mar de incertidumbres rompiendo con los esquemas de lo convencional y de lo que "debería estar haciendo con mi vida en un determinado momento", te deja completamente solo con vos mismo. Explorás día a día tus miedos, tus miserias todo eso que no querés ser, que creías que no eras, que te negabas a admitir y que te explota en la cara... porque no hay nadie más. Siempre estás vos y la carretera. Y la gente circunstancial que se aparece en el camino.

En mi caso, creí que a lo largo del viaje iba a pulir, trabajar y profundizar patologías ya detectadas. Este viaje fue, en mi ideal inconciente, el tratamiento a un diagnóstico dado e, inocentemente, creí que los síntomas ya no persistirían...
Hoy, casi once meses después de mi partida, me encuentro cometiendo los mismo errores que me impulsaron a salir. Me veo, entonces, obligada a buscar alguna diferencia, algo que me indique al menos levemente un cambio, una señal de crecimiento, de... superación.
Y lo único con lo que me topo es con mi discernimiento. Hoy por hoy, ya sé quién soy y ya sé quién puedo ser... Sé por qué lo hago y sé cuántas fuerzas necesito para reprimir ciertos impulsos. Pero creo que el aspecto, quizá, más positivo de mi aprendizaje es que puedo intentar enmendar mis errores. Que, quizá, ahora puedo darme cuenta a tiempo y volver atrás...

O tal vez no, y aún continúe meramente tropezando para algún día lograr ver la piedra...

jueves, 23 de septiembre de 2010

Una fiesta loca, loca...

Noche de póker en casa de Mac. El dueño de casa, comandando la mesa en la cabecera, ostenta una gorra en la que se lee "Si quieres tener sexo conmigo dímelo con una sonrisa".
Junto a él, a la izquiera, Klaus. Casi dos metros, flaco, muy. Alto, muy. Extranjero, obviamente. Está en el negocio de las páginas web.
A la derecha de Mac, desconozco su nombre, pero es el francés de rastas que tiene la panadería. Franceses, pan. Lógico. "El horno mágico se llama". Tres amigos o hermanos llegan, empiezan a vender panes por la calle. Se abren su negocio. Uno de los mejores.
A la izquierda de Klaus, Marcos. Excelente bailarían de salsa. Biciclófilo. Líder de "El pedalazo", organiza salidas en bicicleta a diversos lugares.
A la derecha del francés, un mexicano que desconozco. A su derecha, otro gringo. Nuevo también para mí. Junto al gringo, Marcial. Artesano. Diseñador y productor de la riñonera de Laura.
En la otra cabecera, otro mexicano. Éste, de chomba y pantalón. No encaja en la diversidad del juego.
A su derecha, otro mexicano, no más de 20 años. Hip hopero.

A metros, Luis Fernando con su laptop pone música de último momento para Lidia, Vasanta y otra gringa cuyo nombre no sé.
Lidia, inglesa, imposible describirla. Imposible describir su forma de bailar. Vasanta, australiana. Su nombre lo dice todo. La gringa, rubia, flaca, alta, drogadísima. Corría un faso tras otro, sin parar.

Sigue llegando gente. Una pareja de mexicanos. Otra pareja, quizá, de gays. Uno, estirado cual elástico sobreexigido.
Raro. Muy.

Bailé un rato. Observé. Después me fui con Agustín y la Colo al hostel.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Una vida giratoria

Y se dio la despedida... Las chicas se fueron. Y una se siente... vacía, usada... sucia(*).

Al viajar es como si una se volviera en algún punto una suerte de puerta giratoria, por donde todos pasan. Entran, salen, van, vienen, te manosean (no todos, lamentablemente), te dejan marcas en el vidrio.
A veces reprimo mis ganas de sabotearle la existencia al otro para que sus planes se acoplen a los míos. "Para qué vas a volver a Europa, si llevás una vida miserable ahí? Eh? Decime".
Pero no, cada uno hace su viaje y toma sus propias decisiones y lo que hace este andar increíblemente maravilloso es el toparse con esa gente a lo largo del camino, la lástima es que después se van...

Para nuestra despedida no había muchos ánimos. Se nos hizo tarde, nos demoramos con nimiedades, pero siempre con un comentario u ocurrencia que nos hacía cagar de la risa a todos. Salimos con los dos italianos de la noche anterior, quienes, tras intentar irse a Palenque se toparon con "dos revoluciones" (sic) en la ruta y tuvieron que volver. Pasaron por nuestro hostel y nos dejaron su número. Tras varios desencuentros, terminamos llamándolos y encontrándonos en un bar.

Era gracioso porque estaban de alguna manera "asignados". Había uno para cada una. Excepto para Erika que le tocó un mexicano al que ella tenía menos ganas de ver que al túnel con la luz al final.
Yo no tenía muchas exectativas porque no me acordaba de la noche anterior y creía que mi italiano (cuyo nombre desconocía) era aparatoso y medio insulso.
El de Laura, por el contrario, aunque menos atractivo físicamente, era el más entrador. Extrovertido, caballero y comprador, era italiano de la cabeza a los pies.

Salimos, Erika se va a dormir, tomamos algo, nos sentamos en un banco y... sorpresa. Valerio resulta mucho más animado de lo que esperaba. Nos reímos por dos horas y nos despedimos de forma seca y un tanto incómoda. A las seis de la mañana salía su bus a Palenque. Ya eran las cuatro y media.
Otra vez, gira la puerta y salen.


*De ahora en más, en pos de evitar la explicitación "es chiste" o el molesto y un tanto redundante "jajaja", cada vez que encuentren el símbolo *, deben saber que el comentario no debe ser tomado en serio.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Dos días intensos, dos

El exceso de diversión del domingo nos deparó una noche de internet. En fila y cada una con su laptop, nos enajenamos mientras intercambiábamos comentarios y consejos sentimentales.

El lunes tocó clase de salsa. Al grito de "doble arrepentido", nos chocábamos las unas con las otras y procurábamos que nuestro sudor no excediera los límites de lo humano.
El profesor, Aaron, con sus muletas y pie enyesado dirigía desde la punta de un escenario mientras sus mejores alumnos hacían su trabajo. Plusvalía, lo llaman.
Por primera vez tomé una clase seria de salsa. Con teoría, práctica y pasos numerados con el radiograbador apagado... creo que prefiero bailar, pensé.
La tensión y el deseo de reproducir el paso recién aprendido son tales, que uno se confunde, tropieza, frustra... y se olvida de bailar y disfrutar. No dejaba de decirle a cada compañero de baile que me tocaba que se relajara y lo disfrutara como saliera, pero después de un doble giro trunco, los ánimos decaían...
Me divertí igual. Y aprendí. Pero creo que me gusta más bailar...

Por la noche caimos fulminadas. Cenamos en un lugar bastante bacán (no puedo evitar seguir pasando todo a pesos. Menos de veinte mangos me salió. Un plato super abundante, con gaseosa y todo. Es increíble esta ciudad). Laura conoció a la riñonera que había encargado. Fue emotivo el encuentro. Había muchas expectativas (principalmente de Laura). Después de pasar horas eligiendo un monedero diminuto, una riñonera de cuero representaba todo un desafío... Le gustó, la pagó y todos fuimos felices.

El martes fuimos a una gruta.
Nos pareció que le faltaba calefacción y un poco de pintura. Se notaba que había mucho sarro...
La excursión podría describirse meramente como 30 minutos de ruidos, gritos y constantes tarareos de fragmentos de música de películas de terror. Hay video. Hay fotos también.
Al terminar el sendero, a la Laura se le dio por transgredir las normas, salirse y treparse por ahí. Obviamente, se cayó. Mientras, yo entretenía a los que estaban por llegar para que no vieran a una española de casi treinta pirulos toda embarrada cagándose de la risa.
Por suerte nadie nos descubrió.

Después Erika quería andar a caballo (esto es casi como viajar con dos infantes. Son pura pulsión). Así que Laura se subió al bello caballo blanco llamado albino (sí, triste pero cierto. Su pureza radicaba en su falta de pigmentación...), Erika se subió a la yegua que Albino quería agarrarse, Tonia. Y a mí me tocó Grillo, el caballo castrado.
Tras media hora de comportamiento turístico promedio, salimos del parque y nos dispusimos a hacer ride (raid. dedo, hacer dedo), ya que somos más que avezadas en la ciencia...
Sólo los obreros que estaban construyendo la ruta nos prestaban atención. Después de apróximadamente media hora, nos paró una camioneta que tenía como una suerte de cúbiculo trasero cerrado (como una cámara frigorífica sin frío) para transportar pan. Nos metimos ahí. Sin ventanas ni luz, sacamos fotos boludas mientras pensábamos adónde nos llevarían y en cuántos pedazos cortarían nuestro cuerpo.
Nos dejaron en una estación de servicio, al final.
De ahí cumplimos el sueño de Laura de viajar en una de esas camionetas como las que usa scooby doo para resolver misterios y nos llevaron hasta un shopping (fue gracioso, tardamos mucho en decidir qué hacer en mi día libre y yo no paraba de proponer "ir de shopping", segura de que no había uno y de que estaba siendo re irónica proponiendo un destino banal en una ciudad con tal nivel de desarrollo artístico y tanta belleza natural...).
Al final terminamos en el shopping.
Compramos un vino y sacamos fotos.

De ahí hubo un último ride hasta las cercanías del centro. Caminamos hasta el mercado de dulces (sí, el paraíso) y tomamos un ponche de frutas en el stand de doña Rosario.
Descubrí que se puede hacer todo, TODO con mostacillas. Desde cocodrilos hasta tigres de bengala pasando por todos los accesorios que a uno se le puedan imaginar. Un día van a existir ciudades enteras hechas de mostacillas...

Vagamos como una hora con nuestro vino. O el restaurante era muy caro o no tenía destapador o no tenía permiso para dejarnos tomar alcohol o no nos gustaba la comida. O sólo rompíamos las bolas.
Terminamos en una hamburguesería de mala muerte. Yo, evocando Constitución con nostalgia; Erika, intentando reprimir su cara de asco.
Tomamos nuestro vino tinto Las Moras en copas de helado y nos dirigimos hacia Revolución.
De ahí en más, ya mucho no me acuerdo. Creo que hubo cervezas, dos italianos, un mexicano macanudo que, sin saberlo, malgastaba su saliva y energías en Erika, y otros bastante insistentes. Pero, nuevamente, hay fotos que me ayudarán a reconstruir la noche...
No tengo marcas ni tatuajes. Es bastante.

domingo, 5 de septiembre de 2010

San Cristobal, it's getting better all the time...

Tomando un chocolate con una finlandesa, se aparece un pibe de doce años y nos pregunta si queremos comprar un cd de cine arte.
Tuve una entrevista laboral en una futura escuela de español, empiezo la semana que viene. Las clases son al aire libre, en la terraza.
San Juan Chamula, a diez kilómetros de acá. Chiquito, chiquito, chiquito. Mucho mercado. Muchos nenes que se te acercan e insisten, insisten e insisten.

Hoy conocí a Erica y Laura. Una mexicana radicada en USA y una española.
Tras morir de risa en el mercado, volvimos a San Cristobal con un ride (a dedo, eso quiere decir, a dedo). En la parte de atrás de una camioneta, los pelos al viento y... libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre... con un ride.
Videos, fotos. Un cago de risa.

Al llegar fuimos a un café, donde los pequeños vendedores no dejaban de acosarnos. Es por eso que desarrollamos varias técnicas para espantarlos:
1) Narcolepsia. Automáticamente hacernos las dormidas, todas juntas.
2) Regálame. Simultáneamente empezar a pedir que nos regalen algo. Al unísono.
3) Canción. Like a virgin, bailando y cantando. Las tres al mismo tiempo.
4) La mirada. Imposible de reproducir por escrito.
5) Autismo. Mirada perdida. Laura hasta babeaba.

Después nos dedicamos a musicalizar gente, es decir, cantar “rolas” a cada persona que pasaba de acuerdo a su estilo y situación. Después de muchas canciones decidimos poner un cartel: “Cantamos rolas a voluntad”. Nadie nos pidió ninguna, pero bueno, es un negocio que recién empieza.

Saludamos gente al azar. Tras chicas saludando llama la atención, por eso es que más de uno volvía y nos hablaba.
A un tano le hicimos creer que éramos de Mormonia, cerca de España. Él se encargó de inventarnos la historia del país. Nos relacionó con los Borbones y vaya uno a saber qué invasión.
Después, como teníamos país, se nos ocurrió inventar un idioma. Charlamos un buen rato en una lengua nueva. Todavía no le pusimos nombre ni definimos la traducción literal de muchas de las expresiones, pero nos divertimos un rato…

Juro que Erika (porque se escribe así, me rompió las bolas para que lo escribiera bien) es Yani. Y Laura, es Esther. Estoy con Esther y Yani. Esto es una bomba de tiempo. Ya me duelen los músculos de la cara de tanto reírme.
Ni siquiera sé si alguien va a leer esto… Pero me sirve de recordatorio. Planeo subir los videos y fotos al feis buk. Hoy por hoy… me quiero.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Coloquialmente, San Cristobal

Esto es parte de un mail que envié a mi tío. Me gustaría dar un parte más detallado de la ciudad, pero creo que esto alcanza a pintar un poco el panorama. La próxima le pongo un poco más de rebusque artístico al menos. Pero ahora me da paja.


Anoche fui a ver a una argentina trompetista con un chico que toca los timbales súper bien. hay muchos argentinos, muy especiales, por cierto. hoy me invitaron a la inauguración de un centro cultural y a un cumpelaños y queremos hacer un taller de dibujo acá en el hostel. anoche hicimos noche de tacos y cocinamos con una alemana. tenemos muchas ideas, el hostel tiene sólo dos meses y estamos una chica mexicana, otro chico jovencito y yo. muy linda gente, muy relajado, muy lindo. ni siquiera es trabajo... llené todo de carteles para dar español, así hago lo mío y gano algo extra. pero es temporada baja.

si tengo que ser sincera, ya conocí gente muy, muy copada e interesante. ya me siento a gusto y entre amigos o futuros amigos y creo que en poco tiempo voy a sentirme parte del lugar. no me puedo quejar.
por el momento planeo pasar dos meses acá y vivir... tendrían que venir. no es córdoba, no es como cualquier ciudad hippie que uno conoce... hay artesano, pero también hay como mucha creatividad. y muchos turistas, europeos y demás. hay un mercado, las calles son angostas y de estilo colonial. hay comunidades indígenas, peleas de gallos y un camión que pasa vendiendo agua con un parlante con música.
hoy hice inflar la bicicleta, así que salí a andar. hay muchas iglesias. todo está decorado (creí que por el bicentenario, pero no. siempre está así el pueblo). justo enfrente del hostel hay una plaza donde todas las mañana practica una banda. los jueves hay como una feria y toca una orquesta música de todo tipo, en general, típica mexicana.
creo que suena bastante de ensueño el lugar, no? bueno, está lleno de extranjeros que vinieron y se quedaron.

hoy fui a emparchar la bici, pero joaquín y orestes no estaban. entonces me quedé en la puerta charlando con henry, un artesano de costa rica. él se fue y me dejó su bici mientars yo seguí esperando. al rato fui a la veterinaria de al lado, de cristobal. me prestó su baño y me quedé charlando con él y conociendo a sus tortugas. me contó de las peleas de gallos y me presentó a su sobrinita, a la que cuida por las mañanas. después apareció jose, una argentina que está de viaje. buscaba a orestes porque él sabe dónde hay hongos. al rato se fue y llegó fernando con su moto, pinchada. cristobal llamó a joaquín, el español dueño de la bicicletería junto con orestes y al rato vino con su perro. la moto de fernando no tuvo solución, mi bici estaba sólo desinflada y metimos la de henry adentro que todavía no había vuelto. me fui andando y me agarró la lluvia. me perdí y me empapé pero entes de llegar me compré unos plátanos con salsa picante. ahora adelina se fue a comprar cosas para hacer unos crepes y óscar se llevó la bici. es un chiste mi vida, supuestamente estoy trabajando ahora.
tengo bombilla y hay mate.

Ándale, wey!

Llegué a Playa del Carmen cual prima del campo que arriva a la gran ciudad. Sucia, cansada y sin un mango llego a un Puerto Madero desbordante de gringos.
Me recibió Diego, el amigo que teníamos en común con Meli. Tras caminar, un poco aturdida y sin entender nada (recuerden mis noches en Belice y Honduras. Sí, leánla de vuelta, ya terminé de completar el final de esas aventuras), llegó Carlos a buscarme para ir a la que iba a ser mi casa por tres semanas...
Al segundo día, Playa del Carmen me generaba repulsión. No había ningún Waldo, ninguna Emma ni Esther. Muchos argentinos bien, muchos yanquis mal, mucho de todo eso que hace mucho que no veía y que no sabía bien cómo explicar pero no me gustaba... consumismo exacerbado? glamour? cirujías, bikini, alcohol, drogas, MTV? No sé si exageraba o si meramente sufría la crisis de cambiar de un tipo de viaje a otro. Sabía a qué iba a Playa del Carmen, a hacer plata. Dónde se hace plata? Con turistas consumistas.
Lo que no sabía es que la temporada estaba terminando... O sea, poco trabajo. Tras días de intentar ver un departamento con Diego que se ajustara a nuestro presupuesto e intentar buscar trabajo sin currículums impresos (muchos ya saben la historia), decidí irme. Horas de charla con todas las amigas con las que cuento (gracias, chicas) me impulsaron a irme. Conocí algunos mexicanos, abrí mi espectro social y tomé la desición de seguir viajando hasta que la bendita temporada empezara y yo pudiera ir a venderle el alma al diablo por una buena suma de dólares mensuales.
Ya decidida a irme no va que súbitamente me salen esposo, casa y auto...
Y me quedo. Más de lo necesario. Y me doy cuenta. Pucha. Ya sé. No sé dónde. Por eso me voy. Otra vez.


Sep. Ushuaia ya es un lindo recuerdo. Tengo demasiado latentes los estándares de enamoramiento. Según la escala Freidergbert, un 3.2 no alcanza, menos después de sentir un sacudón de 9.7 (uno de los más altos desde Rómulo Villegas).
Amigas, estimadas, queridas... El Halley pasa cada cuánto? noventa? setenta? cada cuánto se vive un 9.7? Aspiro a un 8? Me conformo con un 6?
Pucha que es lindo compartir la cama...

miércoles, 18 de agosto de 2010

Una semana en centroamérica

Llegamos a Panamá. Nos retuvieron como tres horas en el aeropuerto (se ve que los de la interpol tardan en atender cuando los países subdesarrollados piden información al pedo sobre un par de boludos...).
Panamá city es una sucursal de USA. Con sus mega edificios bordeando la orilla (del océano Pacífico, supongo. Ya saben por mis escritos anteriores que yo miro el mapa y deduzco a ojo), híper mercados, shoppings, mega estacionamientos y lugares de comida rápida Panamá es una ciudad más de los Estados Unidos con gente mucho más oscurita que tiene el acceso denegado a la casa matriz...
Pasamos la primera noche con Tito, Ale, Gonzalo y Pepe en la "casa de Pablo", un hippie chileno con un piso lleno de colchones y una decoración muy bohemia que recibe todo tipo de viajeros. O sea, ratas latianomericanas como nosotros en su mayoría...
Charlamos, tomamos, fumamos y al día siguiente me mudé a lo de Breno, el brazuca que había conocido en Santa Marta, couch surfer también. Ahí conocí a Mary, Cinthia y Diana, otras tres brasileras (una más bonita que la otra, por cierto) y con ellas salimos por la noche...
Podría decir que los panameños son en general... mala onda. Muy. Cargada hasta la médula, buscando el edificio de Breno a las ocho de la noche, nadie siquiera atinaba a abrir la puerta para responder a mis preguntas sobre el nombre de una calle y demás. En la fiesta, ni siquiera les interesó mi nombre, lo primero que me preguntaron fue cuántos años tenía. Siempre me llama la atención esta pregunta, nunca sé si estoy muy grande o muy joven para lo que sea que deducen internamente tras preguntar. Pocas veces puedo inferirlo de la reacción que sigue a mi respuesta. ¿Ya tendría que estar casada, con hijos y un trabajo estable? O, por el contrario, con sólo 27 años ya tengo una carrera y todo un continente conocido... Vaya uno a saber.
Pasé tres días en Panamá. Conocí a la tía de plata de Ale y saqué mi ticket de Tica Bus hacia Honduras... (porque al mirar el mapa me parecía que era lo más cerca a... bla bla bla).
salí por la mañana y viajé, viajé y viajé. Tres películas de Jim Carrey en español de corrido. Cuando recuperé la conciencia, creo que estábamos en Costa Rica, donde esperé como seis horas hasta el próximo micro... (me miré otra peli más y dormí sobre unas sillas, podría haber sido peor. Una lástima que la chica de la ventanilla, al venderme el ticket y decirme que la diferencia entre ejecutivo y turista eran sólo tres horas, no aclaró que esas tres horas eran de las 3 a las 6 am y que el ejecutivo incluía también todas las comidas...).
Volví a subir al micro para pasar la noche siguiente en Managua, Nicaragua. Pagué 6 dólares por un hotel con tele a media cuadra de la terminal de Tica (a las 5 am salía mi próximo micro). Alejarme más de una cuadra de la estación habría sido, según los locales, arriesgarme a que me roben y violen. No cayó muy bien Nicaragua.
Creo que entre frontera y frontera (donde bajábamos y esperábamos horas a que simularan que nos revisaban) me di cuenta de que mi plan era inviable porque 1) Honduras no estaba al lado de Belice, antes estaba Guatemala. 2) Para ir de Guatemala a Belice era necesario ir por lancha. Por primera vez, agradecí la existencia de la Lonely Planet y cambié mi rumbo. Tenía que llegar e ir cuanto antes a Puerto Cortés. Desde ahí iba a poder llegar a la frontera con Guatemala.
De casualidad pude tomar el último colectivo. De noche, lleno, con la gente subiendo a los empujones y corriendo. Llegué a Puerto Cortés como a las diez de la noche. El chofer me llevó a la residencia donde pasaba la noche usualmente... Una cuna de deportados ilegales. Al verme les brillaban los ojos. Yo representaba a la legalidad, los dólares, la seguridad y quién sabe cuánto más... En diez minutos tenía a dos tipos charlando. Todo empezó bien hasta que sentí que la charla tomaba otro rumbo y de alguna manera querían que viajara con alguno de ellos o algo por el estilo. Me dijeron que tuviera cuidado, que me sacara el reloj, que no viajara con plata (no sabían que casi ya ni tenía...), que me podían violar y demás. Esa noche dormí en posición de asceta. Rezando. Súbitamente me volví creyente.
A las seis de la mañana ya estaba afuera. Me subí al enorme colectivo que llevaba a la frontera y automáticamente empieza a sonar Vilma Palma. Genial. Todo bajo control.
La frontera fue un chiste, estaba yo sola y tuve que ir a buscar a los administrativos para que al menos me vieran el pasaporte. Entré a Guatemala, me subí al bus hacia Puerto Barrios y ya el clima era otro. La gente súper amable, el semblante de las personas me inspiraba confianza... Es raro, no quiero caer en lombrosismos, pero creo que por la mirada uno puede determinar en quién puede confiar y en quién no. No dejaban de subir laburantes y trabajadores del campo al bus y, por más que me miraban porque realmente llamaba la atención, sus miradas me inspiraban respeto. Me sentí segura y bienvenida.
De Puerto Barrios viajé por 20 dólares a Belice... bajé de la lancha y todos me hablaban en inglés. Soriente respondía en español al mejor estilo "tengo pinta, pero no soy gringa..." tardé unos minutos en caer en la cuenta de que la lengua madre es el inglés en Belice, un creol muy musical, símil jamaiquino, al que casi podía entender...
Lo primero que me pidieron fueron 50 dólares de visa. Y ahí se me fue la economía a la mierda.

Horas en un bus hasta Belice city. Cuando llegué, según mis cálculos, no me iba a alcanzar para dormir en un hotel, cruzar la frontera y llegar hasta Playa del Carmen (donde tenía couch y amigo. Territorio seguro). Entonces, tras hablar con Waldo y Austin sobre mi situación, Waldo me ofreció dormir en el bus donde quedaba estacionado.
Le agradecí enormemente. Una mole inmensa, bien oscura, que hablaba un creol que no entendía me ofrecía pagarme una habitación y comprarme la cena porque se sentía mal de dejarme ahí. No pudo con su genio y me regaló una botella de agua (les dejé una nota con unos nachos de regalo, hacía tres días que yiraba con una bolsa de super con mis "víveres"). Pocas veces me crucé con gente tan amable.
Feliz de quedar sola en el bus, con un calor insoportable en una ciudad muy insegura, después de acostarme sobre los asientos empecé a escuchar ruidos. Obviamente no había nadie, eran más bien como... chirridos, crujidos de cosas. Y ahí descubrí que, por las noches, el bus era dominio de... las cucarachas. Miles de ellas se metían en mis zapatos, recovecos, esquinas y demás. Por suerte no subían a los asientos. Me puse los auriculares de mi celular y escuché la radio para poder conciliar el sueño y no sentir a los gregor samsa que cohabitaban mi colectivo.
A las seis, tal y como Waldo había predicho, uno de los buses partió a la terminal y yo viajé con ellos. Tomé otro colectivo hasta la frontera. Llegué, lloré para que no me cobraran los quince dólares de salida (literalmente, lloré) pero como no estaba la supervisora por ser domingo, no pude conmover a nadie. Temía que no me alcanzara para llegar a Playa del Carmen, siempre quedaba el dedo de todas formas. Y en Chetumal, feliz, vi que no sólo me alcanzaba sino que hasta me sobraba para mandar unos mails y ver dónde y con quién iba a quedarme. Le escribí a mi tío por plata. Les respondí a mis dos opciones de couch surfing ganadoras (habitación privada con baño. Género masculino). Y partí para Playa. Y llegué con vida. Y una vez allá, añoré a las cucarachas...

sábado, 14 de agosto de 2010

Atrapados en Obaldía

Pasamos la primera noche, algunos durmiendo en la calle, otros en un pseudo hostal por 5 dólares. No sabemosa cuándo llega una lancha, si es que llega, adónde va, cuánta gente llega, cuánto cobra... Nada. Muchos no cuentan con mucho efectivo y en Obaldía, no hay cajero... (a duras penas hay luz. Pobre aquel que creyó que iba al ATM más cercano y listo el pollo...).
Llegan Pilar, Carlos, Coco y Yeison. Ya hay colombianos, peruanos, yanquis y una argentina.
Somos nueve. No podemos salir. Al menos visitamos la playa.
Segundo día: llegan Ale, Gonzalo, Pepe y otras tres señoras argentinas... Jugamos al fútbol con los niños panameños. Por la noche nos vamos de fiesta, por suerte hay un cumpleaños justo... bailo con todos. Dormimos en el patio de una casa. En el piso.
Somos quince. No podemos salir.
Días tres... Llega la avioneta!!!! Llega la avioneta para llevarse a los diecinueve locales que llegan sabiendo el horario de partida y al único gringo que, sabiamente, tiene ya comprado su pasaje de antemano...
Somos diecisiete. La avioneta llega a Panamá, se pega la vuelta y nos vuelve a buscar...
Pepe filma los episodios de lost con su cámara mientras relata con voz de locutor. El viaje fue increíble. Costó ochenta dólares pero lo logramos. Estamos fuera de Obaldía.

Adiós a Colombia

Dejar Colombia fue difícil... En todo sentido. Ya sea psico emocional como práctico.
Fuimos con Emma hasta Cartagena. Jugamos una última partida de Uno Agua que siempre recordaré en mi corazón y nos tomamos un jugo al día siguiente con Juan Cruz, un porteño estudiante de letras que me regaló un libro bien de mierda de un autor costarricense sólo para que lo prendiera fuergo o usara en el baño en alguna emergencia...
De ahí partí, sola, llorando, en un colectivo lleno de gente que me miraba raro.
Fui directamente a Montería.
Cabe destacar que, tras meses de viaje, mi instinto y capacidad de locomoción para llegar de un punto a otro no sólo no se ha desarrollado, si no que es nulo. Mi "estrategia" de viaje consiste fundamentalmente en agarrar un mapa, señalar con un dedo (en general el índice, ambos dedos índices si apunto a más de una ubicación) el lugar al que quiero llegar y dejar que mi sentido común me guíe en el trayecto.
O sea, miro un mapa, veo que necesito ir hacia el oeste y sólo me dedico a moverme en esa dirección. Entro súbitamente en una especie de limbo y olvido toda división geopolítica o paso por alto cualquier accidente natural que pueda ponerse en el camino. Como si sostuviera la guía T, yo sólo miro el papel y digo "Quiero llegar acá, entonces agarro por este lado".
Así pasa que de casualidad, días antes de iniciar el viaje descubro que entre Colombia y Panamá no hay carreteras. Me entero de que hay cruzar en lancha y después atravesar un tramo de alrededor de 100 km a pie esquivando a la guerrilla o bien tomar otra lancha que lo lleve a uno un poco más al norte, hasta donde la ruta comienza.
Llego a Montería. Un pseudo Longchamps, con lindos centro comerciales y vasta inversión en los últimos años porque Uribe, oh, casualidad, tiene a sus afectos en Montería... Me voy con William, el chofer de la combi, a un hotel en medio de un barrio que tranquilamente podría circundar la estación de Longchamps o, por qué no, de Burzaco. Y duermo en una habitación privada en casa de Oscar con tele y baño. Para la Lonely Planet, un sucucho, para mí, un lujo.
Salgo al día siguiente en dirección a Turbo. Seis horas de viaje en un colectivo de línea por ruta pavimentada que a veces está medio medio. Nuevamente, espero los atracos de la guerrilla y la incomodidad de la que me advirtió la Footprint. Nada.
Llego a Turbo y me hospedo en lo de John. Ciudad portuaria, a la mañana siguiente salgo a Capurganá, a que la oficina del DAS (Deficientes Administradores Sudamericanos) colombiana selle mi pasaporte antes de salir. LLegamos a una villa diminuta, de pescadores y turistas. Muy linda. Con suerte diez cuadras en total. No tiene ni electricidad en ese momento y el DAS (un flaco de Bogotá al que mandaron ahí, pobre, por unos meses) no nos puede sellar nada...
Ahí lo encuentro a Tito (un yanqui con descendencia india al que ya había visto antes cuyo nombre es en realidad uyergtbfvunrinv, por eso le decimos "Tito") con una yanqui vegetariana medio loca. Conozco también a Jhonny y a otro colombiano que intentan pasar a Costa Rica y Panamá respectivamente para laburar.
Nos quedamos todos juntos en un "hostel", tras salir a buscar frutos de cacao con Tito y la loca escoltados por dos militares por la jungla... raro.
Al día siguiente partimos todos juntos en lancha hacia Obaldía, el puerto del lado panameño. De ahí debíamos tomar alguna lancha que nos lleve ya sea a Colón o Carti o demás puertos desde donde se puede acceder a Panama City.
Pero hete aquí que... en Obaldía no hay nada... En Obaldía no hay nada. Hay gente que no tiene ni ganas ni energía para vender un almuerzo, aunque lo cobra en dólares. Hay dos o tres lanchas, que no tienen ganas de llevarte y parece que la forma de salir es esperar a que llegue una lancha que justo vaya hacia el norte y pueda llevar gente... Temporada baja. No llega nadie, nadie sabe nada.

domingo, 11 de julio de 2010

El día que fui española

Final del mundial. Colombia, Santa Marta. Julio de 2010.
Esther, la española novia de Fulvio, recién llegada a Colombia decide llevarnos a ver el partido al bar de un español en el centro de Santa Marta.
Caos. Descontrol.
Música española a todo volumen. Cervezas, una tras otra. Tortilla, libre. Quizá sólo se pueda describir en imágenes. El llanto de Esther tras el gol, las banderas, la cara de la gente al vernos pasar en la chiva (por "chiva" entiéndase camión con asientos diseñado para el paseo de turistas) con Shakira sonando una y otra vez.
Paradas ocasionales y todos abajo. Saltando y gritando. Desaforados. La caras pintadas. Las ropas rojas y amarillas. Una manada de locos desubicados en plena Colombia. Tres españoles y veinte contagiados, todos gritando y bailando hasta más no poder... o bueno, hasta las siete de la tarde, después de pasar por la playa, justo antes de llegar y meternos a la pileta con ropa, bailarle el paso del waka waka al único holandés del hostel y tirar al agua a la otra española hospedada que dejamos atrás olvidada...
Grité el gol como si mi pasaporte fuera bordó. Sufrí la tensión como si Don Quijote suplantara al gaucho. Bailé y festejé como si mi moneda fuera el euro...
y sí, tomé la alegría prestada. El 86 se veía perdido y lejano en mi memoria, con tres años creo que ni podía sostener una bandera... así que me vendí. Me volví española por un día y disfruté.

miércoles, 7 de julio de 2010

Algunas imágenes

Con David, alumno de español y amigo
En el caribe

En clase de acua gym






Mark en el cumpleaños de David, perdón, de Emma...




Mis ratos de ocio

Y empezó uno nuevo. Sabía que el eje central iba a estar vinculado con el agua. Mucha lluvia, mucha transpiración, la piscina a la vista, el caribe en derredor... no quedaban muchas más opciones.
Primero pensé que quizás el cosmos había establecido una conexión kármica conmigo y no podía evitar materializar mis estados de ánimo a través de las condiciones climáticas. después caí en la cuenta de que tras la revolución copernicana, si había algo en el centro, eso no era yo y ya era hora de que dejara el solipsismo de lado y empezara a percatarme de las necesidades del resto. Fue así como conocí a Hugo.

No sé si podría afirmar que Hugo padecía de algún tipo de carencia... Se lo veía siempre bien, de buen humor, rozagante, hasta animado, si se quiere... Sin embargo, algo habría de necesitar, ya que salía todos los jueves a las 17:45 en pantuflas y sin anteojos a tomar un taxi en la esquina de su casa.
La primera vez que lo vi hacerlo, me pareció lógico. ¿Dónde más habría de tomarse un taxi?
El jueves siguiente, me llamó la atención notar sus pantuflas.
Eran abiertas, sin talón, casi de verano... en pleno Julio.
Por último, me percaté de que aunque era extremadamente miope, salía sin sus anteojos. Fue ese jueves que me dispuse a seguirlo.
Tomé un colectivo, porque no me alcanzaba para pagar un taxi. Sin tener ni la más mínima idea de adónde iba Hugo, elegí uno al azar (el 123) y bajé tras 15 minutos de viaje.
Perdí a Hugo de vista, pero volví con la resolución de intentarlo nuevamente el jueves próximo.
Y así fue, porque opté por el 324. Me bajé en un parquecito que parecía lindo llamado "Jardines del Edén", el señor de seguridad me miró extrañado cuando le pregunté si se podía trotar. Cuando comenzó a atardecer, decidí volverme a casa.

Al sexto jueves de intentar seguir a Hugo en colectivos elegidos de forma aleatoria, me di cuenta de que nunca iba lograr alcanzar al taxi porque los recorridos eran muy diferentes y además el taxi siempre iba a ir a mayor velocidad.
Es por eso que el miércoles por la noche le pedí la moto a Hugo, mi vecino. La situación fue un tanto incómoda, ya que no sabía qué responder cuando él me preguntaba adónde iba a ir.
Fue por eso que sin titubear le dije "Voy adonde usted vaya, Hugo". "Ah, ¿sí?" Me dijo. "Los jueves voy a lo de mi sobrina, en Pacheco. Me meto en la pileta y después miramos siempre algún partido de fútbol con Esteban. Siempre voy en taxi, ¿querés que te lleve?"... Me sentí acorralada, de decir que sí, no podría seguirlo, porque iríamos juntos y él sabría de mi presencia. Inventé una excusa y le aseguré que lo acompañaría el jueves siguiente.
Ya sabiendo la dirección exacta de adónde iba Hugo, seguirlo me fue mucho más fácil. Tomé el colectivo 132 que va a Pacheco (ya lo había tomado antes, pero bajé cinco paradas más tarde porque vi un cartel que decía Hugo Boss) y con la ayuda de mi guía de la ciudad, llegué hasta la casa de su sobrina.
Efectivamente, ahí estaba él, junto a sobrina y cuñado mirando un partido del Inter.
Desde ese jueves en adelante seguirlo fue sumamente sencillo. A veces, hasta salía antes que él. Me quedaba en la plaza de enfrente y lo miraba ingresar a lo de Susy (porque así se llamaba su sobrina).
Feliz de haber aplacado mi egoísmo y contenta de invertir horas de mi vida en beneficio del prójimo, había descubierto eso que Hugo nunca había tenido y seguramente necesitaba: alguien que lo siguiera.

miércoles, 30 de junio de 2010

Cheering up...

Tan larga que a veces hasta da fiaca vivirla. Pero dejo los dilemas filosóficos de lado, porque me aburren y claramente no son mi estilo, y paso a las minucias cotidianas que nos entretienen a todos...

Anoche un turista cagó al lado de un árbol, por ejemplo.

Se ve que Angus había tomado demasiado, así que tras su décima copa de ron con coca, vomitó en el baño y liberó su costado más primitivo defecando junto al árbol de mango.


Empecé el gimnasio. Voy todos los días. Veo muchísimas colombianas en calza y entrenadores homosexuales (o metrosexuales, que no es más que un mero eufemismo). Los lunes hago yoga con Lashkmi, una inglesa toda pintarrajeada que parece de goma y me hace temer que sea una de las tantas materializaciones de mi ser si sigo viajando sin rumbo...


Su folleto de presentación dice algo así como "Lashkmi fue iluminada por Rahabad Burdabilidwejfrhgkqb, quien a su vez fue iluminado por... " y así sucesivamente en una cadena de luz que si fuera propiedad de Telefónica, saldría una fortuna.


Los martes voy a tonificación con Alfredo, un colombiano musculoso bien morocho que canta las canciones en inglés sin saberse la letra y hace chistes que nunca logran provocar gracia. Con él levanto pesas.


Los miércoles, como hoy, quisiera ir a body combat. Clase dictada por un metrosexual con anteojos transparentes y micrófono a lo Madonna.


Los jueves, spinning con Giancarlos nuevamente. Más tarde me llevé la decepción de descubrir que la clase de "abdominales" constaba de una serie de 500 abdominales... (todos rieron de mi desilusión, debo admitir que el título no me prometía mucho más... pero qué sé yo, una siempre fantasea con algún espinal, una sentadilla... algo de misterio).

Los viernes bailo rumba con Rafa, el colombiano que desearía haber nacido mujer. Frente al espejo simulamos agarrarnos de la barra mientras hacemos un striptease ficticio... imperdible. Salgo sabiendo otro oficio cada vez que voy a esa clase.

Mis momentos de gimansio me premiten escapar del hostel... cual película de horror o film surrealista de Buñuel, trabajar y vivir en el hostel puede tornarse abrumador... Más para una persona que disfruta tomar responsabilidades y generar una sensación de dependencia en el otro... a la semana de trabajo, era la única que tenía noción de quién era quién, dónde estaba, qué hacía, qué había consumido y adónde se dirigía...

Tras la satisfacción del evidentemente buen desempeño laboral, caí en la cuenta de que estaba trabajando gratis en mitad de mi viaje... y el chupahuevismo que debería ser parte intrínseca de mi persona, reflotó. Hoy por hoy, sólo trabajo unas horitas por la noche y ya casi no tengo idea de nada... un placer. Razón por la cual cambié el gimnasio por salidas nocturnas diarias...

Emma trabaja como "entertainer". De 6 a 12 planea juegos y actividades para que los gringos se diviertan y se queden un día más. Así, hay noches de bingo, charades, torneos de pool, quizzes, clases de salsa, películas y demás...

Cuendo el grupo me cae bien, participo. Cuando no, me voy a dormir temprano.

La vida en el hostel de una manera u otra se "naturalizó". La gente cambia, hay historias nuevas, momentos diferentes, pero ya siento mi vida como una rutina... Paso el día en la pileta, voy como promedio una vez por semana a la playa (debería ir más, lo sé. Pero es temporada alta y están llenas y hace sólo un par de días que cambié mi horario y puedo tener vida...).

Termino esta crónica meses más tarde, porque la dejé a medio hacer. Básicamente, lo que me pasaba en ese momento era que ya no estaba maravillada por mi estilo de vida, ya había dejado de ser mágico. Entonces, como todo, hasta narrar mi vida no me motivaba... Pero en su momento fue genial. Eso es lo importante.

Vivir a la deriva o la eterna búsqueda

Viajar por tiempo indeterminado puede ser... inquietante. La sensación de libertad e incertidumbre es tal que por momentos se torna inconmensurable, inaprehensible.
Uno siempre necesita un "volver a". Un lugar de pertenencia, una rutina de la cual asirse por más irrisoria o flagelante que sea... Pero cuando la diversidad de opciones es infinita, a veces se experimenta con tensión el no saber qué va a ser de uno en dos meses...

En un viaje predomina la ciclotimia, momentos de esplendor, instancias extremas de clímax... y caídas. Súbitas bajadas al "qué carajo hago cagándome de calor en Colombia un 25 de Mayo?", por ejemplo.
En esos momentos de vacío, uno se refugia en los seres queridos.
Se intenta ordenar el caos y hacer encajar una vida atípica dentro de los estándares sociales de lo convencional... Se piensa que es temporal, que el viaje tiene un fin, que culmina tras alcanzar aquello que uno desconoce que está buscando... Por momentos la experiencia toma un cariz épico. Uno se vuelve Dante, saltando de círculo en círculo hasta llegar a la cima (convengamos que de no existir Beatriz, nunca se le hubiera dado por irse de excursión al Estigia... pero bueh, cada uno tiene sus motivaciones).
Por momentos uno intenta asirse de seguridades pasadas creyendo posible la vuelta a estilos de vida previos. Así, se empieza a recordar con nostalgia al obelisco, se fantasea con licenciaturas o se entra en contacto con un ex para descubrir que tuvo una regresión a una adolescencia nunca vivida.

Otros días, los días "altruístas", el pecho se inflama ante la mera idea de lo que queda por vivir. Ante las expectativas de lo que se encuentra por delante. Se visualizan miles de momentos de felicidad y una sensación de paz y sosiego inunda a todo el cuerpo.
Muchas veces la vida se escurre por el durante, entre la nostalgia por lo perdido y el anhelo por lo que vendrá.
En mi caso, puedo asegurar que el durante no se osifica. No sabría bien cómo describir mi hoy. El trabajo en el hostel ya perdió la magia de las primeras semanas. Tras salidas, reuniones, bailes, borracheras, affairs y demás, me convierto en una recepcionista y caigo en la cuenta de que me gustaría trabajar a cambio de un sueldo... Y ahí levanto la vista y miro hacia Panamá. En una constante búsqueda de adrenalina, temo que nada nunca me conforme...

Me divierto en mi día a día. Nado en el Caribe, juego al pool por las noches, veo el mundial y festejo como nunca... Extraño a la gente. Ansío pertenecer, pero me canso con facilidad de las rutinas. Agradezco todo lo vivido hasta ahora, al ir armando el blog, copiando y pegando experiencias, leí crónicas de febrero que me parecen de hace años atrás... me siento de cincuenta. De todas formas, no puedo evitar sentir que esto es sólo la milésima parte de una vida que se me va a hacer larga... Por suerte

El hedonismo como estilo de vida o una semana con Sophie L'Amour

Piscina. Hamacas. Televisores de pantalla plana. Dos. Parrilla. Restaurant. The Dreamer Hostel es realmente el sueño realizado del viajero. Dos tanos, Fulvio y Michele, tras darse una vuelta por el mundo, acumulan necesidades insatisfechas a lo largo de su viaje y deciden abrir un hostel propio considerando cada una de sus carencias... Internet, películas, equipo de música junto al bar (al lado de la piscina), colchoneta inflable y flotadores, baños, con jabón y papel, tohallas, heladeras, cervezas para comprar (libres para los empleados...)... resultado: el gringo llega y no se va. Semanas se quedan. Llega un punto en que ni salen a conocer los alrededores (playas increíbles, bosque tropical, cascadas... para todos los gustos hay). Al mejor estilo de El Ángel Exterminador, la gente entra y no sale... Así fue como tras cuatro meses de viajar y deseos de asentarme por un tiempo me dije "a mí no me joden, yo hago lo mismo, pero con un beneficio..."Me quedé a "trabajar".

En la recepción, recibo gente, hago check ins y check outs, charlo con patri, brindo atención personalizada a los huéspedes que a mi criterio lo ameritan o me inspiran el esfuerzo extra y organizo el quilombo de los tanos... Me adoran. Sobrecalificada para el trabajo y percibiendo una remuneración mínima, tengo varias prerrogativas... Horarios flexibles, jugos por la mañana, uniforme a elección, asados, postres, pastas, acceso al restaurante y demás facilidades...
Como pancha por mi casa.

Hoy, por ejemplo, me dispongo a ir al mercado, el Once de Santa Marta, con Mileidys (sí, se llama así) mi compañera colombiana de trabajo. Pagamos 1000 la buseta y regateamos hasta la duración del semáforo. La última vez que fui con ella (la semana pasada) me vestí por catorce mangos...
Mileidys, como ya su nombre lo indica, es única. Colombiana y costeña de la cabeza a los pies, con sus 23 años, esposo e hijo, canturrea con un acento muy característico de la costa cómo trata a su hombre, "poque ese jombre e una magdalena" (le llora bastante parece); define el término "cazagringo" ("esa pelaa eh una cazagringo") y me acompaña a comprar zapatiias baratas. Para todo lo demás existe mastercard.

El jueves pasado fue el cumpleaños de Emma. Organicé una salida a la playa. Once gringos en un camión desvencijado. Los moto taxistas cual tiburones revoloteándonos en derredor. La playa, increíble. Los treinta de Emma, inolvidables. Por la noche, fue bartender. Daiquiri de Lulo, David's tablets y demás tragos de su invención merecieron un aplauso.

Al día siguiente Guillermo y Matías se mandaron un asado. Vino Santa Julia.

Luego llegaron Gerardo, Vicky, Ailén y Matías y tomé mate... E hicimos otro asado, esta vez, para treinta.

El fin de semana no trabajé (me lo merecía). Nos fuimos a una cascada con otros once y me convertí en una pseudo tour conductor. El domingo, tras levantarnos y desayunar, nos pareció buena idea meternos en la pileta a jugar un poco con la pelota y hacer una clase de acqua gym. Ya lo habíamos hecho el jueves, en Bahía Concha, pero siempre es bueno algo de ejercicio (es por eso también que ayer salí a dar una vuelta en bici...).Por la tarde, nos tomamos un café en Juan Valdez (aunque yo opté por un banana split) en el Buena Vista, un shopping de acá cerca. Nos acompañó Esther, la andaluza novia de Fulvio (y con la que fui a la playa el miércoles pasado, me llamó para invitarme, salí un rato antes y fui... qué le iba a decir?). Ahí entramos a ver vestidos de fiesta para Emma que tiene un casamiento... Y corroboramos que la cantidad de brillo por prenda no es proporcional con el estrato social, sino que es un fenómeno que se da a todo nivel, sin importar la clase social, en Colombia. En Julio, volveremos a esa tienda u otra, pera ya con la cámara y con Emma dispuesta a probarse un mínimo de tres vestidos.
Nunca me reí tanto como la semana pasada.

El viernes anterior, rumba. Anoche, poker y el ron que ganamos en la competencia a beneficio de una fundación en la que Abby es voluntaria (un cuestionario a responder en equipos. Dios, no sé nada de geografía).

Creo que el jueves me cansé del ocio. Necesitaba un poco de malestar tras tanta relajación, es por eso que intenté deprimirme. Sólo para recordar que la vida no fue ni habrá de ser diversión diaria. Compré un sin fin de golosinas y pasabocas y miré una película boluda, para cuando les di sus clases de español a David y Abby ya me había olvidado de que no era un buen día. Jugamos gallito ciego dando instrucciones en español... Creo que estoy dando mis mejores clases. En bikini y descalza, mi potencial creativo se libera. Búsqueda del tesoro, entrevistas, intercambios... Un sinfín de aventuras. Lástima que no me dejarían laburar así en empresas... Acá me pagan más, de todas formas, realmente no creo que vuelva a Buenos Aires a cumplir horarios en zapatos...

Básicamente, mis días se reducen a pasar la mañana con la compu, sin hacer mucho, y salir por la tarde o quedarme en la piscina nadando y leyendo para después dar algunas clases de español y organizar la actividad de la noche... Pensaba quedarme sólo Junio, hasta que a Emma le ofrecieron el laburo de bartender y cambió su pasaje a Europa para fines de Julio. Ahí me acordé de mi cumpleaños. Y de que Esther, la española increíblemente divertida, vuelve en Julio también y me dije "no tengo nada más que hacer...".

Así que The Dreamer Hostel va a tener recepcionista por dos meses más... Y Méjico me va a tener que esperar un rato...

Me esperan Panamá y Costa Rica antes.

Con cariño y sin ánimos de despertar envidia, los saluda

Sophie L'Amour
Hedonista Profesional

pd: adjunto fotografías.
pd2: en estos días podría bucear, no?

VERDADERO O FALSO COLOMBIANO

Estimados...

Me dispongo a hacer un breve resumen de mi paso por Colombia invitándolos a participar de un juego ya bastante popular. Verdadero o Falso. Las respuestas se encuentran junto a cada ítem acompañadas por la anécdota que las sustenta... espero que lo disfruten!

1) EL NÚMERO DE FRUTAS EXÓTICAS EXISTENTES EN COLOMBIA ES INFINITO........................................................................................................................... VERDADERO!

Todos los días se descubre una nueva. Cuando uno cree que las probó todas, llega al supermercado y ve un híbrido con forma rara y gusto a kiwi que se llama lulo, taxo, granadilla o lo que sea y se da cuenta de que jamás podrá probarlas todas. A la tercera, uno se olvida el nombre y sabor de la primera.Hay una, granadilla, que es naranja, se rompe la cáscara un tanto dura y adentro tiene muchas semillas negras envueltas en una baba símil alien. La membrana interna de la fruta tiene como unas protuberancias y cuando uno la ve y la prueba cree que salió de la inspiración creativa de un estudiante de marketing... No puede estar tan bien hecha! Las que recuerdo haber probado hasta ahora son: lulo, granadilla, guanábana, guayaba, tomate de árbol, mora, mango (dulce, de chancleta, de hilacha, verde... ahahá... creyeron que al decir "mango" entrábamos en el terreno de lo conocido, no?), papaya, zapote, borojó, piña... y vaya a saber uno cuántas más que ni me acuerdo. Con decirles que en Cali, recorriendo la universidad pública con Luis Carlos, íbamos agarrando frutas de los árboles que tenía dentro el campus y probando diferentes especímenes tropicales...

2) TODOS LOS COLOMBIANOS BAILAN SALSA ................................................................................................................................. VERDADERO

Te dicen "Y... me defiendo" y te dan vuelta como una media. En Cali visité salseras y lugares de vallenato mientras Luis Carlos trabajaba en la barra de un bar. Él mismo, cantante de una banda de punk, sabía distinguir entre salsa, vallenato y bachata... Cada ritmo con un paso diferente.Las salseras eran guatts de los setenta... Espejos, sillones antiguos y toda la atmósfera propicia como para llevarse un gato. Me fascinaron. En una ellas charlamos con el dueño, medio pasado en copas no dejaba de llevarse las manos a la cara en señal de emoción y sorpresa... "Me encantan las argentinas". No podía creer a sus ojos. Estaba frente a una. No hay mucho turismo en Cali, concluí.En Medellín, con Emma, Edwin y otros couch surfers, fuimos a un lugar "under" donde sonaba una banda en vivo... Los negros le sacan música hasta a un tenedor. Increíble. Tocaba con ellos una trompetista, que se ve que justo pasaba por ahí. Minutos más tarde, la pantalla del lugar muestra a la mina tocando en un festival... Groso. Los ritmos latinos se ganaron mi respeto.

3) TODOS LOS COLOMBIANOS ESTÁN BUENOS........................................................................................................................................... FALSO

No. No están buenos. Hay algunos, como en todos lados. No hay mucho turismo y eso hace que una llame más la atención... Pero no, no vi mucho flaco que esté bueno... Ahora, que los hay, los hay.

4) A LA NOCHE, POR LA RUTA, TE AGARRA LA GUERRILA Y TE SECUESTRA .................................................................................................................................. FALSO

Información vieja. Desactualizada. Hace ocho años la situación era caótica. Hoy por hoy, después de dos presidencias de Uribe, la mano dura replegó a la guerrilla. Lleno de militares y de propaganda por todos lados (los milicos voluntarios -sí, porque ellos quieren- se disfrazan y juegan con niños en las plazas... Uno no puede refrenar el impulso de ir a alistarse al verlos). Folletos, carteles, etc. El presidente actual es halagado por todos los estratos (que en este caso se aplica más que nunca porque todas las ciudades están dividas en estratos... "Vos qué sos?" "Uno" "Ah... Sory, yo soy seis". Genial! El tiempo y los desengaños que te ahorra... Ya sabés con quién relacionarte!). Desde los hermanos con un auto 0 km cada uno con quienes estuve en Bogotá (Santiago y Camila), a los choferes con los que viajé desde Cali tras haber comprado el pasaje por izquierda y verme obligada a ir adelante con ellos (Roger y Carlos) para que no me vea nadie... Se vienen las elecciones en Agosto. El tema está candenete. Se teme una invasión de Chávez si gana la ultra derecha...

5) TODOS LOS COLOMBIANOS DE ENTRE 19 Y 30 AÑOS USAN APARATOS.......................................................................................................................... VERDADERO

Dicen que porque es barato... No sé, es casi como en buenos Aires o más, pero todo es más caro acá. Mi teoría es que está de moda... Y todos usan porque... todos los usan. No creo que si mañana se empiezan a regalar los cuellos ortopédicos, todos se pongan uno... Por más dolor que sientan. Usaban aparatos en Cali: Luis Carlos, Vivian, Daiana, Mauricio, Giovanni, Coco... En una reunión de seis, más de la mitad tenía. En Bogotá, tenían los suyos Santi, Camila (su hermana) y su empleada doméstica, Gloria...

6) EL MAR CARIBE ESTÁ RE BUENO................................................................................................................................. VERDADERO.

El mar Caribe está re bueno.

7)CARTAGENA ES INCREÍBLE...................................................................................................................................... FALSO

Llegamos en bus, por tierra. No como el turista estándar que llega al centro en avión... La ciudad es pobre, muy. Y la impresión que nos generó no fue buena. Después, tras tomar un taxi al centro turístico, no podés evitar pensar que es todo una mentira. Hay un sector de la ciudad muy bien cuidado y preservado. Rodeado por una muralla, es la única parte genuinamente segura y guarda todos sus orígenes coloniales. Muy lindo, al igual que la villa hotelera zarpadamente lujosa que está en la periferia... Pero el resto es conventillo. Vida real. Y hace calor, demasiado. Y está nublado (caímos en época de lluvias) y no hay playas lindas en las cercanías.... excepto que te tomes un avión a San Andrés o Providencia. Un fiasco. Tomamos un barco por horas hasta un acuario que no visitamos y luego una playa de agua transparente... Bien.

8) TODOS LOS COLOMBIANOS TOMAN AGUARDIENTE........................................................................................... BASTANTE VERDADERO

Toman birra también. Pero nuestro fernet es su aguardiente. En cali, 30 grados de temperatura, y todos con su botellita de aguardiente y sus vasitos... La toman frían, pero quema... Es riquísima y te pega mal. Muchísimo sabor a anís. Pero fuerte, bastante...

9) LOS PAISAS SON LOS MÁS MACANUDOS DE TODOS................................................................................................................................. VERDADERO

La gente de Medellín (los paisas) son todos súper copados... Mandé veinte requests pidiendo couch, me respondieron todos y me podía quedar con doce diferentes... En toda Colombia son amables. Por eso decidí quedarme. No están acostumbrados al turismo por la fama que les dió la guerrilla, entonces uno toma un bondi en cualquier lado y, entre el peinado, las ojotas y la pinta de gringa, en segundos tiene cuatro personas asegurándose de que uno baje bien y donde corresponde... Uno le habla al chofer, otro mira tu mapa, otro consulta al de al lado y un tercero sólo te mira y sonríe como diciendo "tranquila, todo va a estar bien...".

10) EN LA COSTA TODOS HABLAN COMO EN LAS TELENOVELAS.................................................................................................................. VERDADERO

Qué eh lo que quiere uhté de mí? Ya estoy practicando mi colombiano... Me sale bastante bien. Tengo buen oído para las huevadas. Después de bancarme por meses que gasten por mi Yo me LLamo... y "che, boludo!" ahora es el momento de mi venganza...

11) VAS POR LA RUTA DE DÍA, TE AGARRA LA GUERRILLA Y TE SECUESTRA.................................................................................................................................... FALSO

Ver punto 4. El momento del día no incide en la situación política actual.

12) TODOS LOS MOTOQUEROS LLEVAN CASCO Y UN CHALECO CON EL NÚMERO DE SU PATENTE ESCRITO......................................................................................................... VERDADERO

Sep. Parece que para evitar robos y accidentes. Te multan fiero si no lo hacés...

13) LAS COLOMBIANAS SON MUY BONITAS............................................................................................................................. VERDADERO

Las morenas y las negras tienen un lomo increíble... En general, son bastante lindas las minas...


14) LAS COLOMBIANAS VISTEN BIEN................................................................................................................................................. FALSO

Toda la belleza natural con la que cuentan la cagan al alisarse el pelo, llenarse de accesorios, ponerse plataformas y brillo... todo con brillo. Mucho brillo... Te encandilan. Creo que es esta la única razón por la que un tipo puede darse vuelta a mirarla a una... flaquita que no muestra toooodo y pinta de extranjera. En general, es demasiado llamativa la pilcha. Y todo es ajustado, corto y escotado. Incluso para las que no les da el cuerpo... Y a las que les da... ya las ves en bolas por la calle, no hay ni que garpar...

15) SI TE PICA UN LORO, TE MORÍS............................................................................................................................................. FALSO

Yo ya llevo varios días con vida después de mi pelea con Roberto en Cali. Sé que sería léxicamente incorrecto decir que Beto me "mordió", pero por la forma en que se me prendió del brazo, eso no entra en la defición de "picadura". tras sarandearlo un poco logré arrojarlo por la escalera. Por suerte no estaba embarazado ni nada, así que no puede denunciarme ni hacer más truculenta la trama de la telenovela. La única secuela fue un poquito de hinchazón y una marca símil triángulo de queso Adler (qué bueno, cómo me clavaría uno. Acá no hay queso untable casi, sabían?) en el antebrazo.

16) EL PUNTO ANTERIOR NO TENÍA NADA QUE VER CON COLOMBIA......................................................................................................................... VERDADERO

17) ALICE IN WONDERLAND ES LA MEJOR PELÍCULA DE BURTON......................................................................................................................................... FALSO

Tras leer el libro, puedo afirmar que es una adaptación joligudense muuuuuy libre. Se pierde todo. La escencia, la temática, todo... Una Lástima.

18) SANTOS VA A GANAR LAS PRÓXIMAS ELECCIONES PRESIDENCIALES........................................................................................................................ NS/NC

Se cree que van a ir a segunda vuelta y ahí va a ganar Mockus o algún otro. de derecha también, pero menos extremo...

19) EL SISTEMA PÚBLICO DE TRANSPORTE ARGENTINO ES EL PEOR.............................................................................................................................................. FALSO

Dios, falso. Alabado sea el subte... No tiene idea de cómo se viaja en La Paz, Lima... Sólo Quito tenía una sistema de trole como la gente, pero no lo cubría todo. Bogotá cuenta con El transmilenio. Buses dobles (como esos de Bs. As. que parecen un acordeón) que van por un carril propia. Pero nunca dan a basto con la cantidad de habitantes... Sólo Medellín me sorprendión. Metro, con carril estilo autopista, y metro cable (sí, casillas como las que uno usa para subir a los cerros a esquiar y eso) para llegar a las laderas de las montañas que circundan la ciudad... De noche, increíble.

20) LOS CONDUCTORES DE MOTO TAXI TAMBIÉN SE DIVIERTEN........................................................................................................................ VERDADERO

Las moto taxis, como la plabra lo dice, son vehículos que parecen motos pero cuentan con dos asientos traseros, al mejor estilo carrito, para transportar pasajeros. En nuestro caso en particular, Wilmar, tras llevarnos a una casacada en Santa Fé de Antioquia, se sacó los pantalones y en calzones se metió al agua con nosotras. Nos salió bastante barato ese viaje...

21) EN SANTA FÉ DE ANTIOQUIA HACE UN CALOR DE CAGARSE............................................................................................................................ VERDADERO

Pueblito considerado patrimonio cultural, está preservado y cuidado de forma tal que parece una ciudadela colonial de siglos atrás. Lugar donde vivió Jorge Isaacs, cuenta con una plaza, negocios, restaurantes y muchas piscinas en los alrededores... por qué? porque hace como cincuenta grados todos los días!!!! Pasar del clima serrano de Medellín al calor extremo tras sólo viajar hora y media fue... raro. Más insoportable fue ir sin bikini y descubrir tantas piletas... (para el agudo lector que ya ató cabos, sí, nos metimos en chabomba de encaje en la cascada. Por eso fue barato el viaje. Ningún gil Wilmar, eh?)

22) BOTERO PINTA GORDOS............................................................................................................................................FALSO

Tras ver sus obras en el Museo Nacional de Bogotá, el de Botero, el del Banco de la República, la plaza Botero de Medellín y el Museo de Antioquia puedo afirmar que el autor juega con la voluptuosidad creando una armonía interna que utiliza como propuesta formal.

23) DESPUÉS DE VER TANTO BOTERO, TE HINCHA UN POCO LAS BOLAS................................................................................................................................... VERDADERO

24) LA COCINA COLOMBIANA ES SABROSA......................................................................................................................................... FALSO

Es una cagada. Hay sopa de gallina con la pata del bicho ahí metida; en Medellín está la bandeja paisa, miles de cosas que nunca comerías, menos todas juntasl (frijoles, plátano, banano, arroz, carne en polvo-sí, no está molida, es en polvo. Le echás agua y hacés jugo...- ketchup, arepa - ver punto 29-, huevo, aguacate y carne de cerdo... precioso); en Bogotá existe el ajiaco (agucate, arroz y crema, por separado en un plato. en otro, una sopa con legumbres y un poco de todo... lo mejorcito que probé, compárenlo con un asado...). En definitiva, una bosta. Lo único bueno fue caer en casa de Edwin que cocinaba como los dioses... pero es Venezolano él.

25) LO MÁS CERCANO A LEVITAR ES METERSE EN UN VOLCÁN LLENO DE LODO.................................................................................................................................... VERDADERO

Cerca de Cartagena nos sumergimos en el lodo de un volcán a ser manoseadas por unos negros mientras te untaban el barro y te masajeaban... Bien, excepto por la propina obligatoria que nos forzaron a dejar (ojo, los negros se la merecían, pero las minas que te lavaban a la fuerza y te dejaban en pelotas, no...). No se sabía dónde estaba el fondo. No hacías pie. Tenías que "arrastrarte", o bueno, alguien te empujaba, por el lodo para desplazarte. Flotabas naturalmente...

26) SANTA MARTA SÍ ES INCREÍBLE..........................................................................................................................VERDADERO

En un barrio estrato cuatro (bien, clase media, lindo y tranquilo) llegamos a un hostel con pileta de dos tanos que viajaron por el mundo y dijeron "pucha, me quedó acá". A todo trapo, lujo y recién inaugurado, me ofrecieron ser su recepcionista a cambio de casa, comida y algo de dinero... Golazo.A media hora está el rodadero. Barrio bacán, con edificios lindos, playa preciosa sin olas y agua transparente. A una hora están las cascadas de Valencia, caminata entre las rocas a unos pozos en medio de la jungla de agua fresca con una cascada. Peces, espacio virgen, nadie a kilómetros a la redonda. Clavados desde rocas a tres metros de altura. No se el fondo de los piletones naturales de tan profundos que son... a la vuelta, el sonido del bosque tropical. Grillos, ranas, insectos, pájaros, todo... bajamos por un sendero y de repente se abre la vegetación y estás a muchos metros de altura y a lo lejos ves el mar y te rodean árboles, lianas, arbustos, verde. Todo verde. Respirás vida. Primera vez en el viaje que lamenté no tener la cámara... Increíble. Por momentos nos colgábamos de lianas para pasar al otro lado del sendero... no nos daba gritar, habría sido un cliché...Parque Tayrona. Playas paradisíacas, aún no fui. Minca, selva. Ciudad perdida. Taganga.Siete millones de cosas para hacer. Todo increíble. nada a más de una hora de distancia. Todo en micro desde el hostel, ahí nomás, en la ruta. Los tanos me prestan bici encima... Se viene un mes copado. Empiezo a laburar el lunes.

27) LOS NIÑOS DE COLOR SON PRECIOSOS........................................................................................................................ VERDADERO

Ya lo dije. Quiero un hijo negro. Son una dulzura. Con trencitas, colitas, te los morfás a besos.

28) EL AREQUIPE ES DULCE DE LECHE...................................................................................................................................VERDADERO

Aunque el dulce de leche está más bueno... Vamos caminando con Luis Carlos y de repente me dice "cómo que nunca has probado el arequipe?". Nos acercamos a un kiosko y compramos un potecito chiquito de un dulce, como una golosina. Lo pruebo, lo miro a la cara y le digo "boludo, esto es dulce de leche."

29) LAS AREPAS* NO TIENEN GUSTO A NADA...................................................................................................................................VERDADERO

Son como unos pseudo panes que parecen hostias pero más grandes y con menos sabor... No entiendo por qué mierda acompañan sus comidas con esto. *Cabe destacar que las arepas venezolanas que preparó Edwin (crocantes, sin la masa interna, con huevo y unas salchichas como caseras) sí estaban buenas.

30) LA CLASE ALTA COLOMBIANA ES TAN BOLUDA COMO LA ARGENTINA................................................................................................................................. FALSO

O bueno, al menos los que conocí yo. Está bien que eran de los alerededores, de Pereira, no oriundos de Bogotá... Los hermanitos eran hijos del arquitecto Martínez, restaurador de una de las casa de García Márquez... Chetos, no salían a la puerta sin el auto, con miedo, mucho. Pero súper amables. Hospitalarios y sencillos...

31) HACERSE LAS TETAS EN COLOMBIA ES MÁS BARATO............................................................................................................................... VERDADERO

No me salieron nada casi... EHHHHHHHHHHHHHHHHH, no. No me las hice. Pero sí es cierto que muchas minas las tiene y que operarse por acá es una bicoca... No sé, denme un changüí de dos años al menos. Si no consigo un europeo hasta entonces, veo que me pongo o qué me saco...

32) TOMARSE UN TINTO EN UNA BUSETICA EN CLAVARSE UN FECA EN UN BONDI................................................................................................................................. VERDADERO

Un tinto es un café. Juan Valdés es la cadena más famosa de cafés de Colombia. Tomé el primero en cali, con Iván. Rico, pero como no soy gran amante cal café, no sabría realmente catarlo como corresponde...

33) SI JUAN ES BACANO SIGNIFICA QUE TIENE MUCHO DINERO......................................................................................................................................... FALSO

Bacano, chévere. Nuestro copado, joya, macanudo... Estoy tratando de incorporar estos términos, si no, nadie me entiende... Ya por decir que todo el mundo me cae simpático quedé como calentona por todo Ecuador y Perú... (allá y acá también, simpático significa lindo, atractivo).

Espero sus mails y comentarios sobre sus vidas...

Los extraño,

Un abrazo

zof

Resumen Crónico

Estimados y extrañados,

Ante todo me disculpo por el silencio. Muchos días en el Titicaca, poca internet y cada vez que me conectaba era para buscar lugar dónde hospedarnos por couch surfing...

Redacté un mail larguísimo sobre Jujuy desde la casa de un holandés en La Paz (raro) pero se me tildó y no pude mandarlo... ahí se fueron toda mi paciencia y energía. Seguí redactando crónicas, pero en el cuaderno de Mickey que compré en bolivia por 4 bolivianos (nombre de la moneda, no es que se intercambia gente allá). Y cada vez se vuelven ma´s largas e íntimas, así que no me voy a poner a copiarlas...

Aspiro, hoy, a hacer un breve resumen de mis últimos dos meses...
Fui a Jujuy, después Bolivia, Perú y ahora Ecuador.
Lindo todo, saludos...

A ver... El carnaval de Oruro fue increíble. Los trajes y la forma en que la gente baila y se compenetra con la danza es única. Hay trajes "sexies" de chinas endemoniadas o de diablas con polleras muy cortas, pero está a kilómetros de años luz del de brasil. Los trajes y las máscaras son fundamentalmente grotescos y te generan una sensación muy ambigua de atracción y rechazo al mismo tiempo. Creo que representan fiuelmente la liberación y el desenfreno. Cada "comparsa" tiene como una suerte de tema, de acuerdo a la región de donde venga. Hay tinkus, suris, diabladas, morenadas... Entonces el eje puede ser la llegada del negro, los nativos, el mito de las plagas que trajo el diablo de las minas... etc. De ahí se definen los trajes y el tipo de baile que se realiza. El sábado el desfile es sobrio y serio, porque se camina por horas hasta la iglesia y se baila ante la virgen. El domingo es carnaval, la gente se desata, ya no usan máscaras y todo es un descontrol.Las gradas son una batalla campal de agua. Nosotras, Emma y yo, por suerte ya teníamos nuestra arma y bombas. Compramos algunas espumas y encaramos arduos combates...

Antes del carnaval visité el salar de Uyuni. Fantástico. tres días de excursión, donde fui, por primera vez en años, turista, con los más diversos paisajes. En feis buk se peuden ver algunas de las fotos que subió Emma donde se aprecia el efecto que el salar genera. Vimos lagunas, flamencos, geisers, termas... de todo. viajábamos con el chofer- guía, la cocinera de 18 años, Clementina, una tana, un colombiano de Amsterdan y dos franceses amigos de emma. Muy buen viaje. Mucha diversidad. Muy divertido también...

Del carnaval me fui a Cochabamba, sola. Creo que Bolivia puede definirse como el país de las ferias (hay un mercado y feria en cada pueblo. no existe el concepto de super) o el de la diversión constante. el caranaval dura dos días más después del domingo. esos días no se trabaja. el tercero, sí. pero la gente súbitamente decide seguir con la fiesta y entrás a un negocio y te dicen "no, no puede pasar", "por qué?" "porque hacemos fiesta".
desde infantes hasta octogenarios te mojan. con baldes, bombas, lo que venga. el martes se quema la coa en las casas (brasero con una plancha con figurines que representan lo que uno necesita "amor, dinero, salud, etc."). el miércoles se hace lo mismo en las tiendas. es por eso que los negocios abren pero la gente se limita a tomar birra a morir intercalando un sorbo con otro para la pacha mama, "chaiar" es el nombre que recibe esta actividad.
yo salí bastante ilesa del carnaval. descubrí que los bolivianos sólo te mojan de atrás y que es todo una cuestión actitudinal. si una los mira con cara de "pibe, ni se te ocurra", si es menor de 15 ni te moja. otra es pasar como asumiendo que no sos parte de la fiesta y que nadie va a osar joderte por tu carácter de extranjera. también funciona. pero en pleno carnaval y cuando hay tipos de 50 mojando... ya no hay reglas. me mojaron entonces decidí darme la vuelta y que al menos me conviden una birra. así me quedé chaiando en la mueblería de don jorge con josé, juan, pepe y qué sé yo cuántos más que no dejaban que mi vaso se vacíe mientars me sabcaban a bailar uno tras otro. porque justo andaba por ahí una banda, entonces se nos pusieron a tocar al lado. lo que se dice un flash.

La Paz nos gustó mucho. nos quedamos en casa de locales. está metida en una suerte de pozo, es por eso que si uno llega de noche la vista es increíble. ahí visitamos las zonas más caras y las más pobres... en el mercado del alto se vende ropa usada y hay un show de chinas katchakanistas, o sea, lucha libre femenina con chinas.
la entrada era muy cara y emma había olvidado su monedero. una lástima.las veré la próxima.

El lago titicaca es indescriptible. cada día que pasaba los paisajes se volvían más insuperables. la isla del sol con playas y ruinas. la vuelta a una punta en barco privado que alquilamos por dos mangos. el atardecer en yampupata camino a sicuani bordeando el lago y pasando junto a los campesinos era surreal... únicas turistas de la zona. medio de la nada.

Me faltó mencionar Tupiza. fue el primer destino en Bolivia (tras un par de horas en tren de lujo viando en la tele -sí, tiene tele- videos musicales de cumbia boliviana y un especial sobre nostradamus del history channel...). hicimos una cabalgata. vimos a todo el plantel de bolivar (justo se daba el superclásico en la ciudad, bolivar vs the strongest), quienes se hospedaron en nuestro residencial, obligando a Jorge, el dueño a ofrecernos una casa vacía por 15 soles la noche...

Bolivia fue otro mundo. otra realidad. uno se siente tranquilo. seguro. se respire un aire de tristeza, la nostalgia del altiplano, de años de opresión. la gente es parca. tímida. huraña. pero amable y sumamente honesta.

el cruce a Perú se sintió...

en Puno visitamos nuevamente el lago titicaca y las islas de totora, las d elos uros. otras islas más, simirales a la del sol, pero, desde mi punto de vista, no tan lindas. Nos quedamos en casa de Alex, justo para el cuempleaños de su padre... bailamos con sus abuelos de 80 años y debatí sobre política con Alex y sus amigos. probamos comidas típicas. muchas y muy picantes.

siguió Arequipa y la casa de Paul... llegamos justo para el cumplaños de su padre (jua, la pibas tiene tino...) y ahí cocinamos junto con vicky y la tía beba adobo, ocopa de maní y demás platos... familia opulenta (como ya había comprobado que todos los couch surfers que hospedan son) su casa de tres pisos y cinco habitaciones tenía una con dos scamas sommnier y tele para emma y para mí... un lujo.en agradecimiento, preparamos panqueques con dulce de leche y nutella. también tomamos mate. la tía maría agarró la bombila fuertemente y llevándosela a la boca con restos de yerba inquirió "y esto se come?".

Lima. Camilo. sólo colchones para albergar gente. heladera vacía, sólo el congelador lleno de cactus alucinógeno. el conocido san pedro, también llamado peyote por nuestro pagos.en Lima consumimos. shopping. sauna. vida de ciudad.

trujillo. playa fea. couch surfer medio loca.

máncora. me encuentro con yoko y gaby. emma sube a colombia, el domingo llegan su hermana y el novio de visita.

Ecuador... cruzamos y automáticamnete la música en el bus cambia. sintonizan la radio y suena la bachata. miles de hectáreas de banano y plátano.llegamos a machala para enterarnos que lo único que hay para hacer es cruzar en un botecito a una punta donde hay playa. a las seis de la tarde corremos hasta el puerto, tomamos la última canoa y vamos al ras del agua rodeadas por manglares. paisaje tropical de jungla y playa con el atardecer de fondo... para todo lo demás existe mastercard. ahí nos quedamos en un bungalow. jambelí, así se llama el pueblito, es como una suerte de miamoi beach en decadencia. oldvidado por el turismo, se notaban los resabios de una vida activa y plena. restaurantes y hosterías, todas abandonadas. únicas turistas, junto con otros dos argentinos, dormimos en la cabañe de fredy y vemos por primea vez los "mosquiteros" (no sabría cómo llamarlos). un tul que cuelga del techo y pone sobre la cama al dormir para proteger de los bichos (sí, como las princesas. como en las películas de época. muy flashero). cada una se saca uina foto con el suyo y al otro día partimos a guayaquil.

en guayaquil todos nos recuerdan que andemos con cuidado, que hay mucho ladrón. salimos por la noche y como únicas turistas todo es gratis. nos ofrecen merca, pepas, faso... lo que sea. así conocemos a cheme y al día siguiente nos hospedamos en su casa.una pensión sin agua ni baño en medio del harlem. cheme, abriendo pescados todo el día como changa extra por la pascua, nos ofrece muy amablamente su casa y hasta nos consigue un colchón. constitución es san isidro al lado del lugar en donde estuvimos. salidos de cualquier relato de roberto arlt, todos nos miran (nos falta el cartel luminoso. se nota a años luz que somos turistas). cafishos, matones, delicuentes, maleantes... de todo. al segundo día ya estamos como en casa... es nuestro barrio.

partimos a salinas. pinamar. vila gessell.

llegamos a montañita. playas amplias y lindas. coktails, restaurantes, surfers, boliche. el lugar para la juventud. hay un argentino en cada cuadra. todos toman mates. porteños, cordobeses y gringos. sólo eso. las chicas parten el miércoles y yo me quedo.por primera vez no tengo plata. llego con algunos dólares y calculo el día a día (tengo algunos cheques de viajero epro no hay banco. estoy esperando que me salden algunas deudas. tranquilos, voy a sobrevivir). tengo la plata justa hasta mañana. y me chupa un huevo... tras intentar pegar algún laburito, caigo en la cuenta de que es final de temporada, por la amenaza de tsunami hay poco turismo y que yo hable inglés a la perfección en una ciudad llena de pibes y hippies les chupa un huevo a todos...
lo que tengo para ofrecer no se cotiza en este mercado. podría llegar a pegar cualquier gilada, pero ganaría dos mangos. moza no estaría mal, pero creo que prefiero ir para quito y seguir a colombia. además, no me llamó nadie.
ya tengo hospedaje allá, unos alemanes me esperan. de ahí, cali, bogotá, medellín y la playa nuevamente... aspiro a laburar en cartagena, santa marta o donde sea...

bueno. me quedó afuera jujuy y mil cosas más... pero al menos cumplí. ahora espero saber de ustedes. a veces se hace pesado estar sola. saber de los demás me hace bien.

de la beca, ni noticias por el moemtno lamentablemente. les escribo para saber y ni me responden...

un abrazo a todos. los quiero mucho

Zofia

SALTA, la burguesa

Gentes,

Abandoné Santa María, Catamarca, tras acampar al lado de unos puestos de feria para dormir las seis horas que mediaban entre mi llegada y mi partida. Llegué a Salta Capital y busqué hostel para poder ir con Néstor (él llegaba más tarde). Tras merodear por la ciudad opté por uno de treinta pesos la noche donde vi mucho movimiento... demasiado. Era difícil conciliar el sueño hasta tarde. El hostel contaba con inscripciones en las paredes, un bar y mucha juventud, mucha. Todo el mochilero que no vi hasta Cafayate súbitamente emergió en Salta para copar Jujuy y el resto del viaje.

Hoy en La Quiaca me siento medio apunada. O quizá es sólo idea mía y soy naturalmente así, lenta... sepan discupar mi falta de fluidez narrativa. Fue la milanesa.

Retomo, Salta es linda y está llena de turistas. Se nota lo prolífero, el caudillo, la exuberancia... El sábado visitamos San Lorenzo. El beverly hills salteño. llegamos hasta un río, pasamos la tarde y a la vuelta quise ver cuánto salía una mega casona que mostraba en un cartel hecho a mano la plabra "hostel".

por cuarenta pesos tuvimos una mansión, pileta, parque cervecero, jardín y un mega desayuno... Sin saberlo en ese mismo instante (y tras las cervzas, empanadas, asados y demás compartidos con Néstor) me estaba despidiendo de la carpa. Pasamos el domingo en ese paraíso burgués simulando pertenecer y al día siguiente volvimos a salta capital para emprender nuestro viaje a tilcara junto con Marcos, un cordobés macanudo que justo andaba en auto e iba para allá...

antes de partir subimos al cerro san bernardo desde donde tuvimos una vista panorámica de la ciudad increíble... se veían el cable carril y demás instalaciones lujosísimas que salta, la ostentosa, ofrecía al turismo...

el viaje siguió en Jujuy, otro capítulo, hasta que decidí ir a Iruya desde Humahuaca. Sola nuevamente.

Iruya está en la ladera de una montaña. lejos. arriba. por un camino de ripio al borde de una cuesta. es por eso que cuando llueve los micros no llegan, porque el camino se deshace y el río impide el cruce.

en humahuaca esperé varias horas hasta saber si agregaban o no un micro extra para cubrir a los 150 mochileros que íbamos para Iruya. (sí, los pueblitos en medio de la nada colapsados de rastafaris pierden algo de su magia... pero bueh, yo estoy de ese lado). cuatro micros con cuarenta pibes cada uno salieron a las sesis de la tarde para llegar cerca de las nueve. ya me tomé el trabajo de describir este fenómeno social en el mail anterior, ya saben quiénes me acompañaban. es por eso que opté por cambiarme de lugar y sentarme junto a un tipo de cerca de setenta años con fuertes rasgos aborígenes que andaba leyendo una antología de cuentos andinos que me llamó bastante la atención.

Julio Maiza, psicólogo social de la UBA y de la facultad de las madres, iba a Iruya a encontrarse con un hermano de la comunidad kolla para trabajar las problemáticas de los pueblos originarios. tras hora y media charlando sobre la construcción de la subjetividad del oprimido, llegamos al río crecido, donde los micros pararon y, tras bajar nuestros bolsos, nos instaron a caminar el kilómetro restante hasta el pueblo que se veía a lo lejos... Entre la oscuridad, los 150 pelotudos nos ayudábamos entre nosotros para cruzar el río. así fue como perdí una de mis ojotas. todos lamentamos su desaparición. yace en el lecho del río.

ya en el pueblo, Griselda, parada en medio de la calle, nos ofreció alojamiento por veinticinco pesos la noche. fuimos con julio a una habitación doble y, como les anticipé en el mail anterior, me pasa esto que después de un rato la gente me... cansa. pagué dos noches y oí tras la puerta que julio planeaba decidir su estadía de acuerdo a mis movimientos. hasta reservó dos pasajes a tilcara para un par de días después... ya no me caía del todo bien. viajo sola y cualquier manifestación de organización conjunta (sin mi previa autorización) me irrita... en extremo.

hicimos una caminata a San Isidro. pequeño pueblo a siete kilómetros de iruya que recientemente recibió la luz eléctrica. el cruce del río fue difícil y la caminata larga. ahí perdí a julio y volví con Emiliano y el colo, estudiantes del conservatorio. no tardé mucho en darme cuenta que la gente mayor es genial para disertaciones filosóficas, pero las caminatas de siete kilómetros en subida son mejores junto a gente más joven...

al día siguiente visitamos con julio al hermano bernabé. julio dejó varios cds con información sobre los pueblos originarios. todas las noches, bernabé exhibe una película/ documental filmada en iruya (Río Arriba) sobre cómo se explotaba a los nativos en la zafra. luego se arma un debate. julio fue invitado a participar y yo me ofrecí a difundir el evento para lograr más convocatoria.tras repartir un par de volantes, fui a ver el documental. la película se proyectaba dentro de una carpa improvisada a cambio de un bono contribución obligatoria (sic) de diez pesos. sí, contradictorio... en el documental se lo ve a bernabé explicando que su pueblo prescinde del dinero. después de la finalización de la peli la gaseosa sale cuatro pesos... el doble discurso de bernabé dejó a julio un poco defraudado. yo no podía evitar divetirme ante la inconstancia y contradicción del ser humano...

En esos días conocí también a Vero, Lucía e Irina. Con Vero nos veíamos cara conocida hasta que le pregunté si no había visto el documental de Poca Vida, un punk decadente de los ochentas que ya anda por los cuarenta y pico, en el Tita Merello... efectivamente. Nos conocíamos del mundo bizarro de la capital... Lucía y Vero me recomendaron muchos autores para leer en un viaje y después las tres escribieron en mi libreta fragmentos de libros y dedicatorias. Establecimos una muy buena conexión en poco tiempo. Está bueno cuando se da eso. Hasta el momento sólo me está pasando con las chicas... El día que alguien del sexo opuesto me genere algo así, podría llegar a terminar en Kuala Lumpur amaestrando gatos...

las chicas y Julio se fueron el mismo día. Yo decidí quedarme... casi cinco días pasé en Iruya. esa misma noche llega a mi habitración Dániel (sí, Dániel), un suizo de 23 años... boy scout. Juntos fuimos a ver una banda pseudo manuchaense que hacía covers transformados como por ejemplo "leche Herví". El estribillo de Let it Be repetía "leche herví, leche herví. leche herví, leche herví... como no había nada, leche herví". contaban con piano, violín, guitarras y charango... para el medio de la montaña era una super producción. proliferan la música y los buenos artistas por el norte. increíble.

esa tarde, de camino a lo de griselda, súbitamente aparece Emma, una francesa que conocí en San Salvador. pasamos la tarde juntas. Volví a verla en Yavi y hoy estamos saliendo juntas a recorrer Bolivia. También se sumó Julieta, desde Yavi. Porteña, Profesora de Filosofía... Lindo grupo armamos. Bolivia ya no me va a encontrar sola, parece.

Partí de Iruya el sábado hacia La quiaca y de ahí a Yavi. Pero eso ya es Jujuy... Jujuy es extenso, pasé mucho tiempo acá. Ya se me fue el apunamiento de ayer, gracias a una pastilla de ajo (su gusto tiene una fuerte relación con el nombre que recibe) pero igual no puedo escribir tanto...

el camino de vuelta fue nuevamente por esa ruta de ripio en la vera de la montaña. Ya no estaba hablando entretenidamente con nadie así que fueron casi dos horas de tensión al borde de mi asiento intercaladas por segundos de relajación, suspiros y halagos internos al chofer. Toda una experiencia.

Espero novedades de ustedes. A veces no respondo uno por uno porque esto me toma mucho tiempo y no ando por el mega cosmos virtual seguido... Pero leo todo, TODO, eh? No se achanchen

un abrazo

Sofi's

MISCELÁNEAS

Pipol,

Estoy en Iruya, Salta. Planeo escribir sobre esta provincia y Jujuy cuando ya esté por Bolivia... Mientras, les mando algunas cosas que me revolotean por la cabeza pero no tienen que ver con nada...

Hay mucho mochilero. Tanto que uno les toma bronca. Fue raro, el circuito más popular arranca por Tucumán, sigue por Salta y concluye en Jujuy. el que puede avanza hasta Perú. es por eso que ni en san juan, la rioja o catamarca me crucé con muchos de estos colegas sucios y portadores en exceso de macramé. las primeras semanas de mi viaje me extrañé de no ver juventud, de no encontrar viajeros, o sólo muy pocos. ahora redundan. ahora lindan con el cliché. toooooodos llevan una guitarra, toooodos tienen una trenza en la cabeza, tooodos usan ojotas. y todos son amigos de todos.

yo no. yo ya tengo amigos. a mí no me caen tooooodos bien. a mí no me pinta un fasito, los piojo y flasheo. no.

entonces experimento una suerte de reacción alérgica ante la masividad de ciertos lugares. después de pasar algún día sola, busco el contacto con el otro. pero creo que mi nivel de tolerancia no supera el par de horas. automáticamente empiezo a desarrollar un fuerte desprecio por el otro y necesito estar sola. es raro y bastante contradictorio. más que, soy macanudísima la primer hora y media, el pobre incauto que charla conmigo muerde el anzuelo y al día siguiente, cuando intenta retomar los incipientes lazos de una futura amistad, se topa con un muro de piedra que súbitamente se va o se pone a leer en un costado. no me pasa siempre, ni con todos. es como si me sintiera en una búsqueda constante de gente con la que me pueda sentir bien e identificada y minutos más tarde de corroborar lo opuesto me urge salir corriendo para el otro lado.

son macanudos los mochileros. oscilan entre los 18/20 años y los 25, quizá. vienen a copar espacios de forma bastante intrusiva sin siquiera percatarse del que los habita. no tienen noción de si caen bien, son bienvenidos, la gente los tolera, etc, etc. para ellos está siempre "todo bieeeeeen". vienen de vacaciones. son estudiantes, muchos trabajan también. vienen a buscar amigos. arrancan el viaje tres y terminan siendo quince. les gusta mucho abusar del alcohol y las drogas. (parece la descripción de la fauna local... el mochilero macho suele acercarse a la manada de mochileras hembra y en general, tras algún intercambio de mate o cerveza, la "onda" se establece. una vez que hay "onda" es sólo cuestión de esperar el momento indicado para tomar a la presa. tópicos como la música, los distintos destinos del viaje, o la gente estereotípica de bs as suelen ser propicios para el inicio de una charla).

yo me siento al margen. no soy chola, no soy local. no puedo ubicarme en el espacio del que habita el pueblo. pero tampoco voy por dos semanas con amigos a romperme el coco. tengo ojotas porque son cómodas. pero trato de bañarme y, en general, cambio bastante de ropa porque llevo mucha... me voy a buscar una vida yo, no unos días de descontrol. entonces no pertenezco ni a un grupo ni al otro. oscilo en el medio entre charlas e interacción con los nativos y mates y caminatas con los vistantes. pero ambos grupos me son ajenos. debería fotografiar (ayer se me rompió la camarita, así que lo veo difícil) la cara de los pibes cada vez que digo dónde arranqué, para dónde voy y cuando termina mi viaje... acá son todos re loquitos, porque hacen dedo, pegan onda con cualquiera y se vienen para el norte. pero la noción de "no vuelvo. no sé cuánto tiempo voy a viajar. sí, voy sola. trabajaré por ahí, soy profesora de inglés" genera un silencio raro. porque sin ojotas y con la ropa limpia voy un paso más allá...
en general, la respuesta automática es "yo quiero hacer ese viaje". y empiezan a preguntar para dónde voy, dónde arranqué y demás. ahí siempre tengo que justificar por qué me salgo del sistema y entra un "terminé con mi pareja, me recibí, yo estaba en ushuaia..." y eso. con los que adquiero más confianza puedo llegar a tirar un "perdí a una amiga" y de ahí en más cualquier otra justificación se vuelve innecesaria.

con respecto a la gente local... acabo de descubrir un marcada diferencia. en san juan, la rioja y catamarca la gente era en general super amable y servicial. orgullosos de que nadie toma lo ajeno con el tiempo uno corrobra que no cuentan ni con la energía de levantarse a agarrar algo que no les pertenece... el estilo de vida es tranquilo, calmo, la siesta es sagrada... aunque el calor sea tolerable. jujuy es diferente. en jujuy hay demasiados mochileros. jujuy está tomada. y creo que a la gente ya no le caemos tan bien... en general son lacónicos. cerrados. amables también, pero más difíciles de entrar. la carga étnica es explícita y visible. se percibe en el aire el quiebre con lo occidental y uno es gringo. uno es el otro, el afuera que penetra como si nada. viene, va se divierte y saca foto de la gente local que es... "ay, de pintoresca con sus trajecitos y eso! una monada".
bolivia es aún más fuerte. sólo crucé a villazón por unas horas, pero las cholas no te quieren. a las cholas no les caemos bien. el turista es un mal necesario y no hay predisposición a un intercambio cultural... cuando es evidente que ninguna de las dos partes tiene interés.

el riojano te charla, el catamarqueño te saluda, el jujeño te mide... pasa, te mira y sigue su rumbo por la montaña. inmerso quién sabe en qué pensamientos que son sólo suyos. imposibles de descifrar.

en la rioja vi al angelito miguel. me olvidé de comentarlo. envié mi crónica de catamarca y no les comenté de miguel... en villa unión, el chofer macanudo y varios locales me comentaban que un atractivo del lugar era ir al cementerio a ver la tumba de un bebito milagroso. y fui. el lugar era un mega altar. lleno de placas, regalos, juguetes, fotos, agradecimientos... en la tumba estaban los padres, ocupándose del lugar. de tenerlo ordenado. miguel estaba en una caja de cristal. era posible verlo. fue raro. macabro y místico al mismo tiempo.

no se me ocurre nada más. la ojota al cruzar al río y la cámara al ir a san isidro fueron mis únicas bajas hasta el momento. saqué muchas fotos y planeo subirlas pero tengo la sensación de que las tomé de compromiso. porque gasté mucho en una cámara (que se me rompió, les dije? igual está en garantía...). nunca tuve cámara, me gusta más recordar las cosas a mi modo. no quiero ver los paisajes a través de una lente y hasta yo me embolo cada vez que empiezo a ver las fotos que saqué... pero a veces me divierto haciendo caras o sacándole a cosas raras (como quinientos mochileros todos juntos en una terminal, por ejemplo). no extrañaría a mi cámara. sólo me molestaría no recuperar esa inversión que me garparía dos semanas más de viaje...

un abrazo grande

zof