domingo, 5 de septiembre de 2010

San Cristobal, it's getting better all the time...

Tomando un chocolate con una finlandesa, se aparece un pibe de doce años y nos pregunta si queremos comprar un cd de cine arte.
Tuve una entrevista laboral en una futura escuela de español, empiezo la semana que viene. Las clases son al aire libre, en la terraza.
San Juan Chamula, a diez kilómetros de acá. Chiquito, chiquito, chiquito. Mucho mercado. Muchos nenes que se te acercan e insisten, insisten e insisten.

Hoy conocí a Erica y Laura. Una mexicana radicada en USA y una española.
Tras morir de risa en el mercado, volvimos a San Cristobal con un ride (a dedo, eso quiere decir, a dedo). En la parte de atrás de una camioneta, los pelos al viento y... libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre... con un ride.
Videos, fotos. Un cago de risa.

Al llegar fuimos a un café, donde los pequeños vendedores no dejaban de acosarnos. Es por eso que desarrollamos varias técnicas para espantarlos:
1) Narcolepsia. Automáticamente hacernos las dormidas, todas juntas.
2) Regálame. Simultáneamente empezar a pedir que nos regalen algo. Al unísono.
3) Canción. Like a virgin, bailando y cantando. Las tres al mismo tiempo.
4) La mirada. Imposible de reproducir por escrito.
5) Autismo. Mirada perdida. Laura hasta babeaba.

Después nos dedicamos a musicalizar gente, es decir, cantar “rolas” a cada persona que pasaba de acuerdo a su estilo y situación. Después de muchas canciones decidimos poner un cartel: “Cantamos rolas a voluntad”. Nadie nos pidió ninguna, pero bueno, es un negocio que recién empieza.

Saludamos gente al azar. Tras chicas saludando llama la atención, por eso es que más de uno volvía y nos hablaba.
A un tano le hicimos creer que éramos de Mormonia, cerca de España. Él se encargó de inventarnos la historia del país. Nos relacionó con los Borbones y vaya uno a saber qué invasión.
Después, como teníamos país, se nos ocurrió inventar un idioma. Charlamos un buen rato en una lengua nueva. Todavía no le pusimos nombre ni definimos la traducción literal de muchas de las expresiones, pero nos divertimos un rato…

Juro que Erika (porque se escribe así, me rompió las bolas para que lo escribiera bien) es Yani. Y Laura, es Esther. Estoy con Esther y Yani. Esto es una bomba de tiempo. Ya me duelen los músculos de la cara de tanto reírme.
Ni siquiera sé si alguien va a leer esto… Pero me sirve de recordatorio. Planeo subir los videos y fotos al feis buk. Hoy por hoy… me quiero.

2 comentarios:

  1. Me sumo a Emma y también espero más actualizaciones. Lo de la Rola a pedido tiene potencial! Podemos hacer un franchising e instaurarlo acá en Baires también? Me veo en Florida cantandole guevadas a la gente...

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