miércoles, 7 de diciembre de 2011

El transporte público en Bruselas

Bruselas es chiquita, muy. Hay dos líneas de metro, por ejemplo, que casi se superponen y hacen el mismo recorrido. Había capital, ganas de crecer, visión de desarrollo... entonces hicieron varias líneas aunque no tienen ni gente para subir en los vagones... Se me ocurren tantas otras capitales del mundo en las que podrían haber invertido, pero bueh.

El sistema de cobro es bastante... europeo. Hay en los costados de cada escalera y entrada una suerte de aparato donde uno mete el ticket. Es curioso destacar que no existe dispositivo alguno que se active ante el ingreso de ese ticket y permita el acceso... en otras palabras, yo nunca pagué boleto.

Mi percepción latinoamericana del mundo no me deja comprender por qué habría de abonar mi pasaje si nadie me lo exige... y mi capital, originario de mi trabajo y esfuerzo en latino américa,  me recomienda, si no me obliga, a no pagar ese boleto. ¿Cómo pretende el gobierno belga que yo abone dos euros (12 pesos argentinos, casi 40 pesos mexicanos) en hacer dos estaciones de subte si no hay molinete? ¿Eh? ¿Eh?

Sin embargo, existen, vaya a saber uno si son reales o meros mitos del folclor popular, los famosos "controladores"... hombres grises, figuras oscuras que se encuentran a la salida de cada estación y le piden a la gente su boleto. Cuenta la leyenda que quienes no muestran el suyo abonan 50 euros o son encerrados en un calabozo por días o son devorados por un monstruo belga de cien cabezas que sólo se alimenta de chocolates y pasajeros que se creen más "vivos" que el resto... Nadie los ha visto. Mis amigos me hablan de ellos. Cada vez que salgo de una estación ensayo para mis adentros las diferentes historias que contaré para apelar a su perdón... que hablo otra lengua; que soy turista; que me han robado la cartera; que juro que el boleto que muestro es mío y de hoy; que en México podría comerme 136 tacos con ese dinero; que lo usé y lo tiré... y más. El miedo se apodera de mí cada vez que salgo de una estación. Nunca los encuentro, nunca los veo. Sin embargo, hay como un deseo intenso, medio oculto, medio morbo, de topármelos... y ver qué pasa. Y tener algo más que escribir...

1 comentario:

  1. jeje que loco, lo comparo con el infierno de la ciudad, un caos de gente en subte y tren, un sólo subte que hace un recorrido enorme (tomo la línea A) y que siempre anda mal (demoras, paros, accidentes, etc.).
    Pero... ¡algo en común! a veces no pago el tren Sarmiento igual es re barato y me agarra la culpa y el miedo de que me hagan pagar la multa.
    ¿Alguna foto de Bruselas? suba suba

    Saludos!

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